El 36,2% de los españoles considera que el sistema sanitario no funciona bien y necesita cambios fundamentales. Un porcentaje superior al alcanzado en 2014 (33%) y que revela el nivel de satisfacción más bajo de la última década. Así lo muestran los datos del Barómetro Sanitario 2014, informe elaborado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y en el que se observa cómo los españoles otorgan al sistema sanitario público una nota de 6,31 puntos sobre 10 –frente a los 6,5 puntos concedidos en el Barómetro anterior.

Entre otros aspectos, el Barómetro muestra la preferencia de los españoles por el sistema sanitario público frente al privado, fundamentalmente por su tecnología y medios disponibles –para un 70,3% de la ciudadanía– y la capacitación de sus médicos (63,5%) y personal de enfermería (62,9%). No así en el caso de la rapidez en la atención, mejor en la sanidad privada según un 59% de los encuestados –frente a un 36,1% que opina que la atención es más rápida en la sanidad pública.

De hecho, y entre otros aspectos susceptibles de mejora, el Barómetro destaca aquellos relacionados con los tiempos de acceso a los servicios: obtención de la cita en Atención Primaria el mismo día que se solicita –solo un 10,1% de los ciudadanos lo consigue–, las demoras para las consultas de atención hospitalizada y la hospitalización programada, y los tiempos de permanencia en sala de espera para entrar en consulta –el 31% espera más de una hora.

Niveles asistenciales

El 88% de los ciudadanos atendidos en los centros de Atención Primaria del Sistema Nacional de Salud (SNS) valoró de forma positiva o muy positiva la atención recibida. Una atención que, en el caso de las consultas de atención especializada, los pacientes hospitalizados y los servicios de Urgencias, ha sido igualmente calificada como satisfactoria por, respectivamente, el 83,3%, el 84% y el 79,7% de los encuestados.

Sin embargo, el porcentaje de ciudadanos que consideran que los servicios asistenciales han empeorado en el contexto de los últimos 5 años supera al de aquellos que percibe una mejoría. Una percepción negativa que se extiende a todos los niveles asistenciales: Atención Primaria –un 29,7% de los encuestados opina que ha empeorado frente a un 19,5% que defiende que ha mejorado–; atención especializada –37,3% frente a 13,9%–; atención hospitalaria –35,6% frente a 14,3%–; Urgencias –43,1% frente a 11,6%–; y hospitalización a domicilio –19,7% frente a 8,8%.

Asimismo, la mayoría de españoles percibe una falta de equidad en la atención entre las distintas comunidades autónomas –el 39,1% cree que los servicios no son los mismos para todas las CC AA, opinión que contradice el 37,8%– y los medios rural y urbano –según un 46,4% de los encuestados.

Finalmente, y entre otros muchos aspectos, la encuesta muestra la opinión favorable de la mayoría (58,5%) para que los cigarrillos electrónicos sean regulados como los productos del tabaco. Unos e-cigarrillos que, de acuerdo con la opinión del 44,1% de los encuestados, no constituyen una ayuda para dejar de fumar –frente a un 27,6% que sí los consideran un apoyo.

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