Bajo el lema ‘Dona sangre. Dona ahora. Dona a menudo’, este miércoles, 14 de junio, se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre, una efeméride instituida en el año 2005 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC), la Federación Internacional de Organizaciones de Donantes de Sangre (FIODS) y la Sociedad Internacional de Transfusión de Sangre (ISBT) con el objetivo de concienciar a la población sobre la necesidad de disponer de sangre y productos sanguíneos seguros y agradecer el altruismo de los donantes, cuya solidaridad no remunerada permite salvar cada año millones de vidas.

Como informa la OMS, “la sangre es un recurso importante en todos los tratamientos programados y en las intervenciones urgentes. Permite aumentar la esperanza y la calidad de vida de los pacientes con enfermedades potencialmente mortales y llevar a cabo procedimientos médicos y quirúrgicos complejos. Asimismo, es fundamental para tratar a los heridos durante urgencias de todo tipo (desastres naturales, accidentes, conflictos armados, etc.) y cumple una función esencial en la atención materna y perinatal”.

Ahora y a menudo

La presente edición del Día Mundial se celebrará bajo el lema ‘Dona sangre. Dona ahora. Dona a menudo’, a la sazón título de la campaña puesta en marcha por la OMS para enfatizar la necesidad, vital, de la donación de sangre durante las situaciones de emergencia.

Como alerta la Organización, “cada año, millones de personas ven peligrar su vida y su salud en situaciones de urgencia. En la última década, los desastres han provocado más de un millón de víctimas mortales, mientras que las personas afectadas anualmente por emergencias superan los 250 millones. Los desastres naturales, como terremotos, inundaciones y tormentas, conllevan necesidades considerables de atención médica de urgencia, mientras que destruyen con frecuencia instalaciones sanitarias vitales. Los desastres de origen humano, como accidentes de tránsito y conflictos armados, generan también una mayor demanda de atención de salud y necesidades de tratamiento inmediato”.

Y en este contexto, como recuerda la Organización, “las transfusiones sanguíneas son un componente esencial de la atención médica de urgencia. En las emergencias aumenta la demanda de transfusiones sanguíneas, que se hacen más difíciles y complejas. Un suministro adecuado de sangre durante las emergencias exige un servicio de transfusiones bien organizado, lo que solo puede garantizarse con la colaboración de toda la comunidad y con una población donante que se comprometa a hacer donaciones voluntarias no remuneradas a lo largo del año”.

Así, la campaña pone de relieve la función que cada persona puede desempeñar para ayudar al resto de la población en situaciones de urgencia con su valiosa donación de sangre. Y asimismo, destaca la importancia de donar sangre de forma periódica, para contar con una reserva de sangre suficiente antes de que se presente la necesidad.

Como concluye la OMS, “un servicio de transfusión que dé a los pacientes acceso a sangre y productos sanguíneos inocuos en cantidad suficiente es un componente fundamental de todo sistema de salud eficaz. Para garantizar la disponibilidad de suministros sanguíneos inocuos es necesario impulsar la coordinación nacional de los servicios de transfusión a partir de donaciones voluntarias no remuneradas. Sin embargo, en muchos países, los servicios de transfusión tienen dificultades para conseguir que el suministro de sangre sea suficiente, y garantizar al mismo tiempo su calidad e inocuidad”.

El acto central de la OMS por este Día Mundial se celebrará este miércoles en Hanoi (Vietnam).

Crece la donación en España

De acuerdo con los datos recogidos en el ‘Informe 2016 sobre la donación de sangre en España’ elaborado por la Federación Española de Donantes de Sangre (FEDSANG) la cifra de donaciones en nuestro país en 2016 se redujo un 0,02% con respecto al año anterior. Una reducción que, aun mínima, resulta destacable dado que mantiene la tendencia decreciente observada en los últimos seis años –salvo excepción de 2015, con un crecimiento del 0,78%.

Concretamente, el año pasado se produjeron 1.705.037 donaciones de sangre –frente a las 1.705.297 de 2014– y se registraron 258.680 nuevos donantes –o lo que es lo mismo, 708 nuevos donantes cada día– para una tasa total de 36,62 donantes por cada millar de habitantes.

Por su parte, el perfil tipo del donante de sangre en nuestro país es el de un varón –en un 56% de las ocasiones– con una edad comprendida entre los 31 y los 45 años –en hasta un 40% de los casos, por un 30% para los segmentos de población con edades entre los 18 y los 30 años y entre los 46 y los 65 años.

Finalmente, cabe referir que el 34% de la sangre donada se destina a los servicios de Oncología, el 25% a las intervenciones quirúrgicas, el 21% a los pacientes crónicos y trasplantes, el 15% a las enfermedades hematológicas y el 5% a los servicios de Obstetricia y paritorios.

Como resalta Martín Manceñido, presidente de la FEDSANG, “la sangre es, hoy por hoy, algo irremplazable, que no se puede fabricar. De ahí la importancia de que la donación sea un acto continuo que pueda garantizar las reservas de manera regular. Donar sangre es una clara muestra de generosidad hacia los demás, que tiene un beneficio directo e inmediato: salvar vidas”.

De hecho, las 6.200 donaciones diarias que se realizan en nuestro país permiten salvar todos los días 80 vidas y que 375 personas recuperen la salud.