Bajo el lema ‘Únete al Movimiento’, este jueves, 29 de octubre, se celebra el Día Mundial del Ictus, una efeméride impulsada por la Organización Mundial del Ictus (WSO) con el objetivo de concienciar a la población sobre la importancia de mejorar la prevención de los accidentes cerebrovasculares y sobre la realidad y necesidades de los pacientes afectados y de sus familiares.
Como recuerda la WSO, “los ictus tienen lugar cuando se interrumpe el suministro de sangre a una parte del cerebro. Y sin la sangre, las células cerebrales pueden resultar dañadas o incluso morir. Dependiendo de qué parte del cerebro se ve afectada y de la rapidez con la que es tratada la persona, los efectos sobre los supervivientes pueden ser devastar el organismo, la movilidad y el habla de la persona, así como la forma en que siente o piensa”.
‘Únete al Movimiento’
De acuerdo con las estimaciones, cerca de 14,5 millones de personas padecerán un ictus en el presente 2020 en todo el mundo, en 5,5 millones de casos con un resultado letal. Además, la cifra global de supervivientes a un accidente cerebrovascular asciende ya a 80 millones.
Como informa la WSO, “uno de cada cuatro adultos sufrirá un ictus a lo largo de su vida, pero mantenerse activo puede ayudar a reducir este riesgo. Es por ello que invitamos a la población a ‘Unirse al Movimiento’ y formar parte de la mayor cadena de baile del mundo. Prepárate para bailar como si nadie te estuviera mirando. ‘Únete al Movimiento’ para prevenir el ictus”.
Para participar en la campaña ‘Únete al Movimiento’, graba un vídeo en el que realices cuatro pasos de baile y compártelo en redes sociales etiquetando a tus amigos, que deberán ‘seguir’ la cadena imitando el último paso y sumando nuevos movimientos. Para más información sobre la campaña clica aquí.
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Segunda causa de muerte en España
En el caso específico de nuestro país, cada año se producen en torno a 120.000 nuevos casos de ictus. Y mientras al menos un 15% de los pacientes fallecerá a consecuencia del mismo, el 30% padecerá secuelas que les causará una dependencia funcional. De hecho, los accidentes cerebrovasculares ya constituyen la segunda causa de muerte en la población española –y la primera en mujeres–, así como la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto.
Como recuerda la doctora María Alonso de Leciñana, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares (GEECV) de la de la Sociedad Española de Neurología (SEN), “no solo son importantes las secuelas motoras, que son las más visibles; las secuelas en el lenguaje nos van a impedir expresarnos y entender lo que se nos dice. El ictus también es la segunda causa de demencia después de la enfermedad de Alzheimer”.
En este contexto, debe incidirse una vez más en que la evolución y pronóstico de los pacientes depende en gran medida del tiempo que transcurre entre la presentación del ictus y su atención por los profesionales sanitarios. Y es que en el caso del ictus, cada minuto cuenta. Por eso, como destaca la doctora Alonso de Leciñana, “es tan importante llamar al 112 ante la presencia de algún síntoma de esta enfermedad neurológica, caso de la pérdida de fuerza repentina de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo; la alteración repentina del habla con dificultad para expresarse o para entender lo que se nos dice; la pérdida súbita de visión parcial o total en uno o ambos ojos; o dolor de cabeza súbito de intensidad inhabitual y sin causa aparente”.
Además, el ictus no solo lo padecen los pacientes, sino que afecta a toda su familia y entorno. Como indica Julio Agredano, presidente de la Fundación Freno al Ictus, miembro de Somos Pacientes, “tengamos en cuenta que no es lo mismo que lo sufra una persona de 85 años, a que le suceda a los 35 o 45 años, cuando lo más probable es que esa persona tenga una familia que depende financieramente de su trabajo o niños pequeños que cuidar, con lo cual el impacto que está provocando en su entorno es muy elevado”.
Asimismo, debe tenerse en cuenta que actualmente en nuestro país existe un sistema público deficitario en la atención posterior a la rehabilitación del afectado por el ictus y en su inclusión social. Pues si bien, apunta Julio Agredano, “tenemos un sistema de salud pública relativamente bueno en atención aguda, que ayuda a salvarte la vida y a salir del hospital, luego la situación de rehabilitación y de inclusión en tu entorno es muy complicada”.
Pero no todo son malas noticias. Y es que el 90% de los ictus se pueden prevenir con un adecuado control de los factores de riesgo modificables, caso de la evitación del tabaquismo y del consumo excesivo de alcohol, del seguimiento de una dieta saludable, de la práctica regular de ejercicio físico, y del control de las cifras de tensión arterial y de los niveles de colesterol y azúcar en sangre.
Ictus y COVID-19
La presente edición del Día Mundial viene marcada por la crisis provocada por la pandemia del coronavirus. Y es que los pacientes con ictus y COVID-19 tienen un riesgo hasta cuatro veces superior de fallecer que aquellos que no han contraído la infección; y los antecedentes de ictus incrementan triplican la probabilidad de deceso en caso de contagio.
Es más; según los resultados de la encuesta llevada a cabo por el GEECV-SEN con la participación del 75% de las Unidades de Ictus de nuestro país, el Código Ictus se activó un 28% menos en marzo de 2020 que en el mismo mes del año anterior, fundamentalmente por el miedo de los pacientes a acudir al hospital. Y como concluye la doctora Alonso de Leciñana, “otra de las consecuencias que tuvo el primer pico de la pandemia que vivimos en marzo fue la necesidad de reasignar los recursos de los hospitales a la atención a pacientes con COVID-19. Como consecuencia, muchas consultas de Neurología y muchas pruebas complementarias se suspendieron, lo que puede haber dado lugar a un aumento de la morbimortalidad por ictus”.
– A día de hoy, 10 asociaciones de pacientes dedicadas al ictus ya son miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?