Los hospitales españoles no alcanzan el número de camas, 7,5 por cada mil habitantes, recomendado por la Unión Europea. De hecho, y como muestra el IX Informe sobre los Servicios Sanitarios de las Comunidades Autónomas elaborado por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), ninguno de los 17 sistemas sanitarios que conviven en España llega ni siquiera a acercarse a los estándares de la Unión.

Como apunta Marcelino Sánchez Bayle, portavoz de la FADSP, «España es la última de los 27 países de la UE en número de camas». Así se comprende cuando se observa que el mejor cociente de número de camas por millar de habitantes lo presenta Cataluña (4,58), seguida de Aragón (4,04), Asturias (3,83) y Castilla y León (3,78). En el otro extremo de la lista se sitúan la Comunidad Valenciana (2,78), Castilla-La Mancha (2,73) y Andalucía (2,63).

A ello se aúna la mala distribución, cuando no el bajo número, de profesionales sanitarios. Nuestro país «cuenta con el número de profesionales de Enfermería más bajo de toda la UE», recuerda Sánchez Bayle. Un hecho que resulta especialmente acusado en la Atención Primaria, nivel asistencial en el que, además y según recomiendan las organizaciones internacionales, tiene que haber un número de médicos 1,5 veces superior que en la Especializada. Pero en España, sin embargo, la proporción es exactamente la contraria.

Madrid y Valencia tienen los peores servicios

Por lo que respecta a la calidad de los servicios sanitarios de cada comunidad, el Informe de la FADSP revela que, un año más, la Comunidad de Madrid y la Valenciana cuentan con los servicios más deficientes. En el extremo contrario se encuentra Navarra, que obtiene la mayor valoración (38 puntos) tras analizar distintos parámetros como el número de camas o médicos por millar de habitantes o el gasto sanitario per cápita. Igualmente, País Vasco (37), Asturias (36) y Aragón (35) también alcanzan un buen resultado.

En la categoría de ‘servicios aceptables’ se encuentran Castilla y León (33), Extremadura (31), La Rioja (27), Andalucía y Cantabria (26). Y en la de ‘servicios sanitarios regulares’ se sitúan Castilla-La Mancha (25), Cataluña (24), Galicia (24) y Canarias (24)

Finalmente, el listado se cierra con Baleares (23), Murcia (22), Madrid (21) y la Comunidad Valenciana (19), que según el Informe cuentan con unos ‘sistemas sanitarios deficientes’.

En definitiva, como recoge el Informe, «existe una gran disparidad de los servicios sanitarios entre las comunidades autónomas, lo que pone en riesgo la necesaria cohesión y equidad entre territorios». No en vano, indica Sánchez Bayle, «las diferencias son desorbitadas y poco razonables». Y es que si bien «resulta evidente que la política de recortes ha afectado a todas las comunidades autónomas», también lo ha hecho «a unas más que a otras, dependiendo del interés de sus gobernantes por preservar la sanidad pública«.