Cada año, 140.000 pacientes son tratados en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en España y al 80% se le implantará un catéter vascular central, lo que en demasiadas ocasiones acaba provocando una infección bacteriana (conocida como bacteriemia) que puede llegar a tener consecuencias muy graves. Se calcula que estas infecciones aumentan la mortalidad de los pacientes ingresados en una UCI en un 9% y prolongan la estancia hospitalaria en una media de 12 días.

Para combatir este problema, la Agencia de Calidad del Ministerio de Sanidad, con el liderazgo técnico de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias  (SEMICYUC), puso en marcha hace año y medio el programa ‘Bacteriemia zero’, en el que han participado 192 UCI de todas las comunidades autónomas (el 70% de las unidades de este tipo existentes en España), que ha conseguido reducir a la mitad el riesgo de que aparezca una de estas infecciones. En resumen, en estos 18 meses se evitaron 742 episodios de sepsis y se calcula que 66 fallecimientos. Además, esto ha supuesto un ahorro a las arcas públicas de 24 millones de euros.

Lista de comprobación

Hasta hace bien poco, muchos profesionales de la salud consideraban estas infecciones como algo inevitable, pero todo cambió cuando un médico estadounidense, Peter Pronovost, intensivista del Hospital Johns Hopkins de Baltimore (EE.UU.), demostró lo contrario. Pronovost es el artífice de un sencillo método que consiguió casi erradicar las infecciones por catéter central en los hospitales del Estado de Michigan. El secreto de su éxito no es un nuevo antibiótico ni un avance genético, sino algo tan simple como comprobar que todo se hace como se debe.

‘Bacteriemia zero’, que sigue en funcionamiento, formó a 14.000 profesionales a través de internet y la clave de su éxito fue la estandarización de medidas ya conocidas, aunque no bien aplicadas, y que no implicaron un mayor esfuerzo ni tiempo a los profesionales: higiene de manos, desinfectar la piel con clorhexidina, usar medidas de barrera máximas, retirar las vías innecesarias y evitar, si es posible, la inserción femoral.

Intervenciones sanitarias para prevenir las bacteriemias relacionadas con catéter: