Más de 1.200 millones de personas adultas entre 30 y 79 años en el mundo padecen hipertensión (HTA). Un amplio estudio realizado en 184 países publicado en la revista The Lancet concluye que en los últimos treinta años se ha duplicado el número de afectados fundamentalmente en países de medias y bajas rentas per cápita. Resulta preocupante que cerca del cincuenta por ciento (41% de las mujeres y 51% de los hombres) de los pacientes desconocen una dolencia directamente relacionada con más de ocho millones y medio de muertes cada año en el mundo.
La investigación, realizada a lo largo de treinta años, detalla que a finales de 2019 de los 626 millones de mujeres y 652 millones de hombres afectados menos de una de cada cuatro mujeres y uno de cada cinco hombres está adecuadamente controlado, lo que resulta inquietante, señalan los responsables de la investigación, al tratarse de una dolencia que en general es fácil de diagnosticar y de tratar con fármacos de bajo coste.
Como recuerdan los responsables del estudio, la HTA es el principal factor de riesgo de accidente cerebrovascular, cardiopatía isquémica, y otras enfermedades vasculares y renales. Reducirla puede llegar a rebajar la incidencia de accidentes cerebrovasculares en un 35%-40%; la de infartos de miocardio en un 20%-25% y prácticamente a la mitad el riesgo de insuficiencia cardíaca.
“A pesar de los avances médicos y farmacológicos de las últimas décadas, el progreso mundial en el tratamiento de la hipertensión ha sido mucho más lento de lo deseable”, lamenta el Prof. Majid Ezzati, del Imperial College de Lóndres y firmante principal del estudio: “La gran mayoría de los hipertensos siguen sin tratamiento, detectándose grandes desventajas en los países de ingresos más bajos. Nuestro análisis ha revelado la existencia de buenas prácticas en el diagnóstico y tratamiento de la hipertensión no sólo en los países de renta alta, sino también en los de renta media. Estos éxitos demuestran que la prevención de la hipertensión y la mejora de su detección, tratamiento y control son factibles en los entornos de ingresos bajos y medios si los donantes internacionales y los gobiernos nacionales se comprometen a abordar esta importante causa de enfermedad y muerte”.
En este sentido las substanciales mejoras en las tasas de tratamiento y control detectadas en los últimos treinta años en algunos países de ingresos medios, como Costa Rica, Kazajstán, Sudáfrica, Brasil, Turquía e Irán, confirman que la ampliación de la cobertura sanitaria universal y el fortalecimiento de la atención primaria resultan fundamentales para mejorar la atención y control de la hipertensión.
“Para frenar la creciente epidemia de hipertensión arterial en los países de ingresos bajos y medios, concluye el Prof. Ezzati, es preciso financiar y aplicar políticas que permitan acceder a alimentos más saludables. Reducir el consumo de sal y lograr que la fruta y las verduras sean más asequibles. También es esencial incrementar los niveles de detección precoz a través de la ampliación de la cobertura sanitaria universal y la mejora de la atención primaria, y garantizar el acceso continuado a los medicamentos eficaces de los que dispone el arsenal terapéutico”.
A día de hoy, 41 asociaciones de pacientes dedicadas a las enfermedades cardio y cerebrovasculares son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?