El Consejo de Ministros ha declarado, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y tras valorar el informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), el fin de la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, con lo que España iniciará la transición hacia un nuevo manejo de la enfermedad de una manera sostenible a largo plazo.
Con esta declaración, y “más de tres años después, podemos, sin bajar la guardia, decir adiós a una pandemia que ha marcado nuestras vidas”, ha destacado el ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, que a su vez ha informado del fin de la obligatoriedad del uso de mascarillas, todavía vigente en centros sanitarios, residencias y oficinas de farmacia, con la publicación hoy mismo de la medida en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Sin embargo, la no obligatoriedad del empleo de mascarillas no conlleva que su uso deba ser desestimado: tanto el Consejo de Ministros como Sanidad instan a la ciudadanía a “mantener la cultura de responsabilidad adquirida en los últimos años y a seguir utilizando mascarillas y otras medidas higiénicas ante la presencia de síntomas de infección respiratoria”.
Más concretamente, y a tenor de la experiencia acumulada durante la pandemia, Sanidad recomienda utilizar mascarillas a las personas que presenten síntomas y se encuentren en espacios compartidos, y a las personas que acudan a los servicios de urgencias hospitalarias o de atención primaria, incluidas la salas de espera.
Las vacunas salvan vidas
De la misma manera, y por lo que refiere a las residencias de personas mayores y/o con discapacidad, el Ministerio recomienda el uso de mascarillas en caso de aparición de síntomas en trabajadores, residentes o visitantes, para evitar brotes.
La razón para la declaración del fin de la crisis sanitaria se explica por la situación epidemiológica, equilibrada desde noviembre del pasado 2022 y que da muestras de una tendencia decreciente tanto en el número de fallecimientos como de hospitalizaciones. De hecho, el porcentaje de camas hospitalarias ocupadas por los pacientes con la infección es inferior al 1%, y su presencia en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) también se ha reducido de manera considerable.
Actualmente, la cobertura con pauta completa en la población diana a partir de 12 años es del 92,6%, alcanzándose el 94,3% en las personas de sesenta o más años. En este grupo de sesenta o más años se alcanzó el mismo porcentaje de cobertura con la primera dosis de refuerzo y el 60,9% con la segunda dosis de refuerzo con vacunas adaptadas en otoño de 2022. En los mayores de ochenta años, estos porcentajes fueron próximos al 100% y al 77%, respectivamente.
La vacunación frente a la COVID-19 y otros microorganismos causantes de infección respiratoria será la piedra angular de esta nueva etapa. Como ha concluido Miñones, “el inicio de la vacunación marcó un antes y un después en la pandemia. Nuestro mensaje tiene que ser claro: las vacunas salvan vidas, y la estrategia de vacunación de España es un referente internacional”.
El proceso de vacunación en España ha sido un éxito reconocido a nivel internacional, con más de 105 millones de dosis administradas y casi 41 millones de personas vacunadas con la pauta completa.