En 2022, el 25% de todos los donantes fallecidos de órgano de la Unión Europea (UE) provino de España. De hecho, nuestro país, que también acaparó uno de cada cinco trasplantes realizados en la región europea, mantuvo el liderazgo mundial en donación de órganos de personas fallecidas, siendo solo superado por Estados Unidos en actividad trasplantadora. Así lo muestran los datos del último informe del Observatorio Mundial de Donación y Trasplante (GODT), gestionado desde hace 17 años por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) como centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Para José Manuel Miñones, titular del Ministerio de Sanidad, “hay que agradecer profundamente la labor de los profesionales que participan en cada una de las fases del proceso, así como la coordinación de la ONT y las comunidades autónomas. Y, asimismo, aplaudir la solidaridad de la sociedad española y la grandeza de las familias que cada día dicen sí a la donación que permite salvar o mejorar muchas vidas. Son ellos los protagonistas del éxito mundial del modelo español de donación y trasplante”.

Entre otros resultados, el informe, publicado en revista Newsletter Transplant del Consejo de Europa, muestra que en 2022 se realizaron en los 91 países de los que se disponen datos un total de 157.540 trasplantes de órganos: 102.090 de riñón (39% de donante vivo), 37.482 de hígado (24% de donante vivo), 8.988 de corazón, 6.784 de pulmón, 2.026 de páncreas y 170 de intestino.

Una labor que ha sido posible gracias a la solidaridad de 41.793 donantes fallecidos, a los que se sumaron 48.676 donantes vivos –39.601 de riñón, 9.061 de hígado y 14 de pulmón–, y que permitió que la actividad mundial de trasplante de órganos creciera un 9% con respecto a 2021, destacando principalmente los incrementos en trasplante renal (10%) –especialmente de donante vivo (13%)–, hepático (8%), cardiaco (7%) y pulmonar (5%).

El número global de donantes fallecidos también aumentó un 10%, mientras que la cifra de donantes en asistolia o en parada cardiaca creció un 12% –9.545 en 2022 frente a 8.545 en 2021–, confirmando así su relevancia como vía de expansión de la donación. El problema es que esta donación en asistolia tan solo se realiza en 23 países. Y entre ellos vuelve a destacar España, que con 913 donantes en asistolia y una tasa de 19,6 donantes en asistolia por millón de población (p.m.p) registró la mayor actividad global y aportó la mitad de los donantes en asistolia del conjunto de la UE y el 10% del mundo. De hecho, nuestro país es el único que realiza todo tipo de trasplantes de donantes en asistolia y, con una tasa de trasplantes de asistolia de 40,4 p.m.p., el que registra mayor actividad trasplantadora de este tipo.

España, si bien apenas representa el 11% de la población europea y el 0,6% de la mundial, aportó el pasado año el 24% de las donaciones de órganos de la UE y el 5% de las registradas en el mundo. De hecho, y con una tasa de 47 donantes p.m.p., nuestro país mantuvo la mayor actividad de donación a nivel global, seguido de Estados Unidos (44,5 donantes p.m.p.).

Finalmente, España alcanzó una tasa de 115,3 trasplantes p.m.p., únicamente superada por Estados Unidos (130,7 trasplantes p.m.p,) dado el perfil de sus donantes fallecidos, más jóvenes y con menor comorbilidad, así como por su importante actividad trasplantadora de donante vivo.

Como informa Sanidad, “el incremento de donación que ha experimentado Estados Unidos en los últimos años está muy vinculado a los fallecimientos por sobredosis de drogas en el contexto de una crisis sociosanitaria que golpea duramente a este país. Mientras que los donantes fallecidos por sobredosis de drogas son una excepción en España, en Estados Unidos el 17% de sus donantes fallecen por esta causa”.

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