España volvió a pulverizar en 2017 su récord histórico en materia de trasplantes con un total de 2.183 donantes de órganos (frente a los 2.018 en 2016, para un total de 46,9 donantes por millón de habitantes), lo que posibilitó la realización de 5.259 intervenciones –por las 4.818 realizadas en el año anterior–. Así lo muestran los datos presentados por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que confirman el liderazgo mundial de nuestro país por vigesimosexto año consecutivo.
En palabras de Dolors Montserrat, ministra de Sanidad, “se trata de los mejores datos en la historia del sistema español de trasplantes, que evidencian que “España es el país más generoso del mundo, donde más personas donan órganos que salvan vidas, por lo que hemos de agradecer especialmente la generosidad de la sociedad española en uno de los momentos más difíciles de sus vidas”.
Cifras de récord
El pasado año se alcanzaron máximos históricos en trasplante renal (3.226, superando el máximo histórico de 2.994 de 2016), hepático (1.247, batiendo el récord de 1.162 establecido en 2015) y pulmonar (363, superando el récord de 307 alcanzado en el anterior ejercicio). Y asimismo, se realizaron 304 trasplantes cardiacos (un 8% más que en 2016), 70 de páncreas (frente a los 73 realizados en el ejercicio anterior) y 8 de intestino (el doble que en 2016).
Y a ello se aúna, como informa Sanidad, “que la lista de espera se reduce para todos los órganos, excepto el de páncreas pasando de un total de 5.480 pacientes al finalizar 2016 a 4.896 a 31 de diciembre de 2017. De ellos, 74 son niños”.
Es más; por segundo año consecutivo, todas las comunidades autónomas superan la tasa de 35 donantes por millón de personas (p.m.p.). Y entre las mismas, el ranking viene liderado por Cantabria (74,1), seguida de La Rioja (71,0), Navarra (70,3) y País Vasco (70,3).
Por su parte, España también registró un nuevo récord en el número de nuevos donantes de médula ósea, hasta 78.291 en el año 2017 –frente a los 74.397 del ejercicio anterior–. El resultado es que a fecha de 1 de enero del presente año, nuestro país contaba con un total de 357.426 donantes de médula ósea.
Como destaca Sanidad, “el ritmo de incorporación de nuevos donantes ha alcanzado una media de 220 adhesiones diarias, y de continuar a este ritmo, nuestro país alcanzará los objetivos de la segunda fase del Plan de Médula, fijados en 400.000 donantes, a mediados de 2018, dos años y medio antes de lo previsto”.
Donación en asistolia
La razón para este éxito se explica por las novedades introducidas por la ONT para optimizar la donación de órganos, caso del fomento de la asistolia, la mayor colaboración entre las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y el resto de servicios hospitalarios.
Así, la donación en asistolia supone ya el 26% del total de donantes fallecidos y, con un total de 573 donantes –un 16% más que en 2016–, se afianza como la principal vía de expansión del número de trasplantes. Por el contrario, la donación renal de vivo descendió el pasado año hasta los 332 trasplantes –frente a 341 en 2016, 388 en 2015, 423 en 2014 y 382 en 2013.
Asimismo, los datos de 2016 constatan el envejecimiento progresivo de los donantes. Y es que por sexto año consecutivo, más de la mitad (54,6%) supera los 60 años. Y, además, casi la tercera parte tiene más de 70 años y el 9% más de 80 años, registrándose el máximo histórico con un donante hepático de 91 años.
Finalmente, cabe destacar el mínimo histórico alcanzado en las negativas familiares –que se sitúan en torno a un 12,9% y en el 6,5% en el caso de los donantes en asistolia.