España volvió a pulverizar en 2019 su récord en materia de trasplantes, con un total de 2.301 donantes de órganos (frente a los 2.243 en 2018, para un total de 48,9 donantes por millón de habitantes), lo que permitió la realización de 5.449 intervenciones –por las 5.314 realizadas en el año anterior–. Así lo muestran los datos presentados por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, que confirman el liderazgo mundial de nuestro país por vigesimoctavo año consecutivo.

En palabras de Beatriz Domínguez-Gil, directora de la ONT, “estos datos demuestran la eficacia de las medidas incluidas en el Plan Estratégico ‘50×22’ puesto en marcha por nuestra Organización y las coordinaciones autonómicas de trasplantes a finales de 2017 con el objetivo de alcanzar los 50 donantes por millón de habitantes (p.m.p.) y los 5.500 trasplantes en el año 2022. Y según estos datos, el sistema ha estado a punto de conseguir, con dos años de antelación, los objetivos previstos en este Plan”.

Áreas de mejora

Concretamente, el Plan ‘50×22’ incluye, entre otras medidas, las destinadas a facilitar la colaboración entre las unidades de cuidados intensivos (UCI) y el resto de servicios hospitalarios, especialmente los servicios de urgencias, con los coordinadores hospitalarios de trasplantes; fomentar la donación en asistolia y su transformación en una donación multiorgánica; potenciar la donación renal de vivo y la donación pediátrica; y promover la donación de órganos en el sector privado, bajo la supervisión del sector público, para que todos los ciudadanos que lo deseen puedan ser donantes de órganos con independencia de la asistencia que elijan.

El pasado año se alcanzaron máximos históricos en trasplante renal (3.423, superando el máximo histórico de 3.310 en 2018) y pulmonar (419, superando el récord de 369 alcanzado en el anterior ejercicio). Y, asimismo, se realizaron 300 trasplantes cardiacos (frente a 321 en 2018), 76 de páncreas (frente a los 82 realizados en el ejercicio anterior) y 4 de intestino (por 6 realizados en 2018). Además, el número de trasplantes renales de donante vivo aumentó un 14% (335, frente a 293 en 2018), hasta el punto de que este tipo de trasplante ya supone casi el 10% del total de trasplantes renales.

También destaca el descenso continuado en la cifra de trasplantes hepáticos –1.227 frente a 1.230 en 2018 y 1.247 en 2017–, probablemente por una menor indicación gracias a la gran eficacia de los nuevos medicamentos antivirales frente al virus de la hepatitis C (VHC).

Como informa Sanidad, “pese a que se partía de un elevado nivel de excelencia, difícil de superar, y un entorno adverso para la donación, dada la edad avanzada de los potenciales donantes en nuestro país, el esfuerzo por la innovación ya ha empezado a dar sus frutos”.

Es más; hasta 10 comunidades autónomas superan los 50 donantes por millón de personas (p.m.p.). Concretamente, la clasificación viene liderada un año más por Cantabria (89,7 p.m.p.), seguida de País Vasco (65,0), Murcia (63,8) y Baleares (54,4). Además, y según los datos de la ONT, “han sido 1.200 los pacientes trasplantados gracias al intercambio de órganos entre comunidades, lo que supone un 24% del total. A su vez, el 8% de los trasplantados han recibido el órgano fuera de su comunidad de residencia. Ambos datos ponen de manifiesto el papel cohesionador del Sistema Español de Trasplantes”.

Sin embargo, como indica Sanidad, a pesar de la gran actividad trasplantadora, persiste un número importante de pacientes en lista de espera. A 31 de diciembre de 2019 ésta se situaba en 4.889 pacientes. De ellos, 93 son niños.

Donación en asistolia

La donación en asistolia se afianza como la vía más clara de expansión del número de trasplantes, con un total de 744 donantes, lo que supone un incremento del 18% con respecto a 2018. En la actualidad, el 32% de los donantes lo son en asistolia, y más de 120 hospitales en todo el país, de 16 comunidades, están ya acreditados para este tipo de donación.

Por el contrario, los donantes fallecidos por accidentes de tráfico se sitúan en un 4,4%, uno de los más bajos de la última década.

Asimismo, los datos de 2019 confirman el envejecimiento progresivo de los donantes. Y es que, por séptimo año consecutivo, más de la mitad (56,4%) supera los 60 años. Y, además, casi la tercera parte tiene más de 70 años y el 8,5% más de 80. De hecho, la edad máxima de un donante efectivo se sitúa en 91 años, lo que ha permitido realizar un trasplante de hígado.

Finalmente cabe destacar que la tasa de negativas familiares es de únicamente un 14% –y de un 9,5% en el caso de los donantes en asistolia.