Bajo el lema ‘Un tiempo precioso’ –#Precioustime–, hoy sábado, 29 de octubre, se celebra el Día Mundial del Ictus, una efeméride impulsada por la Organización Mundial del Ictus (WSO) con el objetivo de informar a la sociedad sobre la importancia de mejorar la prevención de los accidentes cerebrovasculares y sobre la realidad y necesidades de los pacientes afectados y de sus familiares.
Como recuerda la WSO, los ictus tienen lugar cuando se interrumpe el suministro de sangre a una parte del cerebro. Y sin la sangre, las células cerebrales pueden resultar dañadas o incluso morir. Dependiendo de qué parte del cerebro se ve afectada y de la rapidez con la que es tratada la persona, los efectos sobre los supervivientes pueden devastar el organismo, la movilidad y el habla de la persona, así como la forma en que siente o piensa.
De acuerdo con las estimaciones de la Organización, cada año se registran en el mundo cerca de 12,2 millones de ictus, el 53% en mujeres, de los que 6,5 millones tienen un resultado letal. Además, la cifra global de supervivientes de un accidente cerebrovascular se eleva hasta los 101 millones.
Además, incide la WSO, “cuando una persona sufre un ictus, todo segundo que transcurre es crucial. Y es que dado que el tejido cerebral y millones de neuronas comienzan a morir, el tiempo no puede resultar más precioso. Por segundo año consecutivo, nuestra campaña ‘Un tiempo precioso’ tiene por objetivo concienciar sobre los signos del ictus y los beneficios de acceder a tiempo a la atención médica”.
De hecho, y una vez presentado el accidente cerebrovascular, unos minutos pueden salvar la vida, así como la memoria, el movimiento, el habla y la autonomía. De ahí la importancia, capital, de conocer sus signos y síntomas, fundamentalmente la caída de una parte del rostro, la debilitación de un brazo –el paciente no tiene la capacidad de levantar ambos brazos– y la dificultad a la hora de hablar, momento en el que debe solicitarse urgentemente ayuda médica.
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Segunda causa de mortalidad
En el caso específico de España, cada año se producen en torno a 120.000 nuevos casos de ictus. Y mientras al menos un 15% de los pacientes fallecerá a consecuencia del mismo, el 30% padecerá secuelas que les causará una dependencia funcional. De hecho, los accidentes cerebrovasculares ya constituyen la segunda causa de muerte en la población española –y la primera en mujeres–, así como la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto.
Además, como alerta la doctora Mar Castellanos, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares (GEECV) de la de la Sociedad Española de Neurología (SEN), “la previsión no es nada halagüeña. Se estima que para el año 2025 cerca de 1,2 millones de personas en nuestro país habrán padecido un ictus, así como que 500.000 tendrán alguna discapacidad por esta enfermedad a pesar de los tratamientos eficaces que tenemos”.
La buena noticia es que, si bien es una de las enfermedades más devastadoras que existen, el ictus es prevenible. De hecho, destaca el doctor Jesús Porta-Etessam, “hasta el 80% se pueden prevenir. Si actuamos rápido puede cambiar bastante el pronóstico del paciente y conseguir una recuperación. No estamos hablando de ictus en sustantivo, sino de personas que un día para otro les cambia la vida. Si hacemos las cosas bien podemos evitarlo”.
O dicho de otra manera, “la eficacia de los tratamientos contra el ictus depende del tiempo transcurrido entre los síntomas y la terapia. Aquí hay que correr. Cuanto más rápido lo hagamos más se va a recuperar el paciente”, incide la doctora Castellanos.
De ahí la importancia de iniciativas como este Día Mundial, pues como apunta Julio Agredano, presidente de la Fundación Freno al Ictus, miembro de Somos Pacientes, “el conocimiento del ictus no va de la mano de la gran prevalencia que tiene. Hay que estar continuamente recordando que existe. Tiene un impacto enorme en la sociedad y genera un drama social, familiar y personal muy elevado”.
Déficit de Unidades de Ictus
Las Unidades de Ictus reducen en hasta un 25% la mortalidad, dependencia y necesidad de institucionalización del paciente. Unas unidades que cuentan con protocolos y personal sanitario especializado, constituyendo a día de hoy la herramienta más eficaz frente a la enfermedad.
Pero en el caso de nuestro país, el déficit de estas unidades especializadas es patente, lo que explica que en el año 2017 únicamente un 23% de los pacientes que padecieron un ictus –frente a un 30% en el conjunto de la Unión Europea– ingresaron en las mismas. Y el porcentaje actual no es mucho mejor: un 33,6%,
De hecho, un informe europeo ya alertó que España ya necesitaba hace cinco años 78 unidades adicionales para alcanzar la cifra de tres unidades por millón de habitantes. Y de acuerdo con los datos de la SEN, nuestro país contaba en 2021 con un total de 72, insuficientes dado que suponen 1,5 unidades por millón de habitantes –si bien la tasa es mejor que la de 2017, de 1,5 unidades por millón de habitantes.
A todo ello se suma que, denuncia la doctora Castellanos, “hay grandes variabilidades geográficas”. Así, mientras Cataluña y la Comunidad de Madrid cuentan con, respectivamente, 13 y 12 unidades, regiones tan extensas como Castilla y León o Andalucía solo cuentan con cinco y ocho, respectivamente.
El resultado es que, frente a la cifra recomendada de una cama por cada 100.000 habitantes, la tasa en España es de tan solo 0,75. Y una vez más, las diferencias entre comunidades son abismales: mientras en Cantabria hay una cama por cada 72.000 personas, en Canarias hay una por cada por 538.000.
En definitiva, “las diferencias entre autonomías siguen siendo evidentes. En Navarra casi el 70% de los pacientes es atendido en Unidad de Ictus, frente a otras donde no se llega al 15%. Tenemos muchísima variabilidad”, concluye la coordinadora del GEECV de la SEN.
Jornada en el Congreso
La Fundación Freno al Ictus organizó el pasado jueves en el Congreso de los Diputados -con la colaboración del GEECV de la SEN- la jornada divulgativa ‘Encuentro Científico, Social e Institucional sobre Ictus’ para, en el marco de la celebración de este Día Mundial, analizar el impacto de la enfermedad desde diferentes perspectivas.
– A día de hoy, 11 asociaciones de pacientes dedicadas al ictus ya son miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?