Una situación preocupante dado que, como recuerda Fenin, “la obsolescencia tecnológica de los equipos de diagnóstico o de terapia limita la capacidad asistencial y la seguridad de los pacientes y profesionales que los utilizan”.
Así y a modo de ejemplo, la Federación cita como ejemplo el caso de los escáneres, cuyos nuevos dispositivos emiten una radiación hasta un 75-80% inferior, “lo que incrementa claramente la protección tanto de los pacientes como de los profesionales sanitarios”.
Incubadoras de más de 10 años
Como resultado de este retroceso, numerosos hospitales españoles, muy especialmente los públicos, tienen equipamientos de alta tecnología –escáner, resonancia magnética o ecógrafos– con una vida media superior a los 15 años, “lo que contraviene las reglas y protocolos establecidos por el Comité Europeo de Coordinación de la Industria Electromédica y Radiológica (COCIR)”, alerta Fenin.
Es más; la reducción en la inversión también afecta al bloque quirúrgico, con descensos de un 40% en la renovación de mesas quirúrgicas y del 36% en máquinas de anestesia. Y asimismo, al área crítica (desfibriladores, electrocardiógrafos, incubadoras, monitorización de UCI y ventilación mecánica), en la que el 30% de los equipos instalados supera ya los 10 años de funcionamiento.