En palabras de Ignacio Calderón, director general de la FAD, “puede que esta campaña sorprenda a muchos adultos, pero creemos que utilizando códigos cinematográficos basados en los efectos especiales tendremos una oportunidad para llamar la atención de los cientos de miles de adolescentes y jóvenes que cada fin de semana se emborrachan hasta llegar a las situaciones que muestran los spots: la intoxicación etílica y el vómito”.
Perder las cosas que más importan
La campaña, quinta consecutiva puesta en marcha por la FAD desde 2011, contempla dos ‘spots’ para televisión, una cuña de radio y una gráfica para prensa y publicidad exterior en los que, durante los próximos cuatro meses, se presentará “una situación frecuente en los fines de semana de adolescentes y jóvenes: vomitar después de haber ingerido grandes cantidades de alcohol; sin embargo, en la campaña podemos ver cómo en el momento del vómito no sólo se expulsa el alcohol, sino también personas, objetos, etc.”, informa la FAD.
Por tanto, y a través de esta metáfora, la campaña tiene por objetivo promover la reflexión entre jóvenes y adolescentes acerca de las cosas a las que se renuncia en la vida por un consumo abusivo de alcohol. Y es que como recuerda Ignacio Calderón, “perder el control, llegar a vomitar cada fin de semana puede hacer que los intereses personales o las relaciones familiares y/o sentimentales se resientan notablemente”.
Consumo más abusivo y frecuente
Los datos de la FAD muestran que el consumo intensivo de alcohol –es decir, las borracheras– ha aumentado entre los jóvenes españoles en los últimos años. Concretamente, y de acuerdo con los resultados de la Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Estudiantes de Enseñanzas Secundarias (ESTUDES) del año 2010, el 35,6% de los estudiantes de 14 a 18 años reconocen haberse emborrachado alguna vez en el último mes –frente a un 25,6% en 2006.
La proporción de consumidores, así como de jóvenes que abusan del consumo, es mayor entre la población femenina, si bien el consumo es más frecuente entre los varones.
También la edad de inicio en el consumo del alcohol, 13,7 años en la actualidad, ha descendido. Y el problema, entre otros, es que “el alcohol es la sustancia que se percibe menos peligrosa: menos de la mitad de los encuestados considera que tomar 5 o 6 copas en fin de semana puede producir problemas”, lamente la FAD.
De ahí la necesidad de la contundencia de la nueva iniciativa. “Somos conscientes de que esta campaña puede incomodar a un sector de la población, sobre todo en la gente de más edad, que puede considerarla desagradable. A todos ellos queremos explicarles que hemos creído que era la mejor forma de llegar a los adolescentes y jóvenes. En este caso, solo en este caso, creemos que el fin justifica los medios”.
