Bajo el lema ‘Protegidos colectivamente: ¡las vacunas funcionan!’, este miércoles, 24 de abril, se pone en marcha una nueva edición de la Semana Mundial de la Inmunización, iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se celebra cada año durante la última semana del mes de abril –24-30 de abril– con el objetivo de promover la vacunación para proteger a las personas de todas las edades contra las enfermedades.
Como recuerda la OMS, “cada año, la inmunización salva millones de vidas y en todo el mundo se la reconoce ampliamente como una de las intervenciones de salud más costo-eficaces y que da mejores resultados. Aun así, sigue habiendo en el mundo cerca de 20 millones de niños no vacunados o vacunados de forma incompleta”.
Retrasos en la vacunación
La presente edición de la efeméride se celebrará bajo el lema ‘Protegidos colectivamente: ¡las vacunas funcionan!’ –‘Protected Together: Vaccines Work!’–, a la sazón título de la campaña puesta en marcha por la OMS para reafirmar la utilidad de las vacunas para la salud de los niños, las comunidades y el mundo; poner de relieve la necesidad de seguir realizando progresos en materia de inmunización, al tiempo que se resuelven las carencias, en particular mediante una mayor inversión; y mostrar cómo la inmunización sistemática es la base de unos sistemas de salud sólidos y resilientes y de la cobertura sanitaria universal.
Es más; como informa la OMS, “la campaña también rendirá homenaje a los héroes de la vacunación de todo el mundo, desde los progenitores y los miembros de la comunidad hasta los trabajadores e innovadores del sector de la salud, que ayudan a velar por que todos estemos protegidos mediante el poder de las vacunas”.
A este respecto, cabe destacar que en 2017, último año del que se tienen datos oficiales, la cifra de niños inmunizados se elevó hasta los 116,2 millones, la más alta alcanzada hasta la fecha. De hecho, desde 2010 se ha conseguido que 113 países hayan introducido nuevas vacunas, lo que ha posibilitado que se haya vacunado a más de 20 millones de niños adicionales.
Sin embargo, “a pesar de estos logros –denuncia la OMS–, todas las metas relativas a la erradicación de enfermedades, entre ellas el sarampión, la rubéola y el tétanos materno y neonatal, acumulan retraso y, a lo largo de los dos últimos años se han registrado en el mundo múltiples brotes de sarampión, difteria y otras enfermedades prevenibles mediante vacunación. La mayoría de los niños excluidos de la vacunación son los que viven en las comunidades más pobres, marginadas y afectadas por conflictos”.
En consecuencia, incide la Organización, “para que todo el mundo, en cualquier lugar, pueda sobrevivir y prosperar, los países deben intensificar sus esfuerzos a fin de asegurar que todas las personas tengan acceso a los beneficios de las vacunas, que contribuyen a salvar vidas. Además, los países que hayan alcanzado las metas o realizado progresos hacia su consecución deben esforzarse por mantener esos progresos”.
Importancia de la inmunización
La ampliación del acceso a la inmunización es fundamental para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la reducción de la pobreza y la cobertura sanitaria universal. La inmunización sistemática permite establecer contacto con el sistema de atención sanitaria al principio de la vida y ofrece a todos los niños la posibilidad de tener una vida saludable desde el inicio y hasta una edad avanzada.
Es más; como concluye la OMS, “la inmunización también es una estrategia fundamental para lograr otras prioridades sanitarias, como controlar las hepatitis víricas, frenar la resistencia a los antimicrobianos o proporcionar una plataforma para la salud del adolescente y mejorar la atención prenatal y neonatal”.
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