La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha solicitado a los países europeos el establecimiento de una normativa más estricta para la regulación de la comercialización, marketing y publicidad de alimentos ricos en grasas saturadas y trans, azúcares y sal, con el objetivo de luchar contra la obesidad infantil.

En palabras de Zsuzsanna Jakab, directora de la Oficina Regional para Europa de la OMS, “millones de niños en toda la región europea son objeto de prácticas comerciales inaceptables; por ello, los gobiernos deben poner al día sus políticas para hacer frente a la epidemia de la obesidad infantil en el siglo XXI, y para ello, resulta fundamental aumentar las restricciones a la comercialización de los productos ricos en grasas, azúcares y sal”.

Informe de la OMS

La Oficina Regional acaba de presentar su informe ‘Marketing de alimentos ricos en grasas, sal y azúcares para los niños: actualización 2012-2013’, en el que se constata que las campañas de publicidad –y posterior venta– de muchos alimentos poco saludables se dirigen directamente a los niños.

Asimismo, el informe también demuestra claramente que la comercialización de este tipo de alimentos ya ha tenido consecuencias perjudiciales para los niños de toda la Región, caso del incremento del riesgo de obesidad y del desarrollo de enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta.

Como incide Zsuzsanna Jakab, “los niños están rodeados de anuncios que les instan a consumir alimentos ricos en grasa, azúcar y sal, incluso cuando se encuentran en lugares donde deben ser protegidos, como escuelas e instalaciones deportivas; esto provoca que sean especialmente receptivos y vulnerables a los mensajes que conducen a decisiones poco saludables”.

No en vano, las campañas de publicidad y marketing provocan que los niños reconozcan las marcas comerciales ya a la edad de 4 años; y que los niños con sobrepeso respondan ante la presencia de alimentos de marca aumentando su consumo.

Anuncios televisivos

El informe también revela cómo la industria alimentaria utiliza canales de comercialización cada vez más novedosos, caso de las redes sociales y de las aplicaciones para ‘smartphones’ dirigidas específicamente a los niños. Sin embargo, la televisión sigue siendo la vía dominante de publicidad, dado que acapara más de dos horas diarias de la vida de los niños y adolescentes europeos.

Como destaca la OMS, “existe una fuerte relación entre ver la televisión y la obesidad infantil ya que los productos más frecuentemente anunciados son aquellos ricos en grasas, azúcares o sal, siendo los más publicitados los refrescos, cereales azucarados, galletas, confitería, platos precocinados y cadenas de comida rápida”.

En este contexto, la Oficina Regional para Europa de la OMS celebrará los días 4 y 5 de julio en Viena (Austria) su conferencia sobre nutrición y enfermedades no comunicables con la presencia de los ministros de Sanidad de los 53 países de la Región.