La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a los gobiernos de todo el mundo que sigan el ejemplo de Australia, país en el que los cigarrillos, con independencia de su marca comercial, se empaquetan en una cajetilla genérica y, por tanto, única. La medida, además, acaba de ser ratificada por el Tribunal Supremo de Australia a pesar de la presión ejercida desde la industria tabacalera.
En palabras de Margaret Chan, directora general de la OMS, «se trata de una decisión histórica; con la victoria de Australia, la salud pública entra en un nuevo mundo de la lucha contra el tabaco ya que esta medida es una forma muy eficaz para contrarrestar las tácticas implacables de la industria del marketing».
¿Efecto dominó?
Tras el fallo emitido por su Tribunal Supremo, Australia se convertirá en enero de 2013 en el primer país del mundo en el que los cigarrillos se venderán en cajetillas genéricas –en color gris y verde oliva–. Una medida en la línea de la estrategia desarrollada en la Convención Marco de la OMS para el Control del Tabaco.
Así, como explica la Dra. Chan, «esperamos ver un efecto dominó por el bien de la salud pública». Y es que el caso australiano ha sido seguido muy de cerca por otros países que están sopesando la implantación de medidas de control similares para combatir el consumo de tabaco.
Ocho millones de muertes en 2030
Como recuerda la OMS, el tabaco es responsable de la muerte de cerca de la mitad de los fumadores –en torno a seis millones de decesos anuales–. Todo ello a pesar de que su consumo se corresponde con una de las amenazas para la salud pública más fácilmente prevenibles. De hecho, y «en caso de que los gobiernos no tomen medidas enérgicas para limitar la exposición al tabaco, la cifra de muertes anuales asociadas con su consumo podría elevarse a los ocho millones para el año 2030″, concluye la Dra. Chan.