Ana Mato posa con los consejeros autonómicos en la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud

El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y las comunidades autónomas han acordado la exclusión de la financiación pública de un total de 426 fármacos a partir del próximo mes de agosto, por lo que desde ese momento los ciudadanos deberán abonar de forma íntegra el importe de estas medicinas.

Según explica Sanidad, «se ha acordado revisar el Nomenclátor de medicamentos, esto es, la lista de fármacos con financiación pública, que hacía más de una de una década que no se revisaba». «En concreto, se han revisado 426 fármacos que, o bien han quedado superados por otros compuestos, por lo que ya no se financian en otros países europeos, o tienen una baja utilidad terapéutica. En cualquier caso, son productos de precios menores«, añade el Ministerio.

La medida, según los datos de Sanidad, supondrá un ahorro de 458 millones de euros. Y como explica la ministra Ana Mato, «los medicamentos incluidos en la lista se pueden y se deben seguir recetando cuando el médico lo considere oportuno, aunque el paciente tendrá que abonar su coste íntegro«.

Medicamentos excluidos

Los grupos terapéuticos excluidos de la financiación pública –medida que ya ha sido bautizada como ‘medicamentazo’- son: tratamientos del exceso de secreción gástrica (compuestos de aluminio); medicamentos para el estreñimiento (laxantes y antagonistas de opiáceos); antidiarreicos (preparados con carbón y antipropulsivos); tratamientos para la migraña leve (alcaloides del Ergot); medicamentos para el deterioro cognitivo asociado a la edad (vasodilatadores periféricos); medicamentos para la hemorroides (corticoides), las varices (bioflavonoides) y la dermatitis del pañal (cremas con bajas dosis de miconazol); y fármacos para la psoriasis (extracto de calaguala).

Asimismo, también quedarán sin financiación pública los fármacos para virosis tópicas o superficiales (idoxuridina, tromantadina, aciclovir, etc.); los tratamientos tópicos de inflamaciones de origen traumático (antiinflamatorios no esteroideos tópicos); y los medicamentos para el tratamiento de la ansiedad leve (extracto de passiflora y crateabus, oxitriptan), de las vías respiratorias superiores y tos (mucolíticos y alcaloides de opio), de la sequedad ocular (lágrimas artificiales), de la inflamación reumática leve (diacereína); de las dislipemias leves (triglicéridos omega 3) y de la congestión nasal asociada a gripe y resfriado (simpaticomiméticos).

En palabras de Mato, «la revisión de la financiación de estos fármacos permitirá incorporar al sistema todos los tratamientos de última generación necesarios para hacer frente a las enfermedades más graves e invalidantes, que ponen en riesgo la vida de los ciudadanos; además, y gracias a esta medida, se descargará a los centros de salud de actividad no clínica».

Más medidas

El denominado ‘medicamentazo’ se une a otras medidas que, caso del nuevo copago farmacéutico en función de la renta, la revisión de los precios de referencia de los medicamentos o la regulación de la cartera común suplementaria en ortoprótesis y productos dietéticos, conforman la primera fase de la Reforma Sanitaria.

El ahorro total asociado con la implementación de estas medidas se eleva, según los cálculos de Sanidad, a los cerca de 2.200 millones de euros.