Las legislaciones para el control del consumo del tabaco adoptadas en 41 países entre los años 2007 y 2010 podrían evitar hasta 7,4 millones de muertes prematuras en todo el mundo en 2050. Así lo muestra el estudio ‘Fallecimientos derivados del tabaco evitados gracias al progreso de las medidas de control a lo largo de tres años’, elaborado por investigadores del Centro Oncológico Integral Lombardi de la Universidad de Georgetown en Washington (Estados Unidos) y publicado en el número de julio del Boletín de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El estudio es el primero en demostrar los beneficios asociados con el control del consumo del tabaco establecido en 2005 en el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT). Y como apunta el doctor David Levy, director de la investigación, “se trata de un hallazgo espectacular, y es que con la puesta en marcha de políticas sencillas para el control del tabaco los gobiernos pueden salvar muchas vidas”.

Medidas de control

En el año 2008, la OMS identificó las seis medidas de control del tabaco más eficaces para reducir su consumo en todo el mundo. Unas medidas que, conocidas como ‘MPOWER’ e incluidas en el CMCT, contemplan el seguimiento de las políticas de consumo y prevención del tabaco; la protección frente a la exposición al humo del tabaco; la provisión de ayuda para el abandono del hábito tabáquico; las advertencias a la población sobre los peligros asociados con el hábito, entre las que se incluyen las prohibiciones sobre la publicidad, promoción y patrocinio del tabaco; y el aumento de los impuestos sobre el tabaco.

Partiendo de las mismas, el grupo de investigación dirigido por el doctor Levy llevó a cabo un ejercicio de modelización y proyecciones sobre el número de muertes prematuras que evitaría la implantación de una o más de estas medidas. El estudio se centró en los 41 países –39 de los cuales son miembros del CMCT– que habían implantado cuando menos una medida MPOWER –tan solo una en 33 países, y más de una en los ocho restantes–. En total, las 41 naciones estudiadas presentaban en 2008 una población total de casi mil millones de personas –esto es, la séptima parte de la población mundial–, con cerca de 290 millones de fumadores en 2007.

Los resultados, como destaca el doctor Levy, mostraron que, “además de salvar unos 7,4 millones de vidas, las políticas de control del tabaco que examinamos pueden conducir a otros beneficios como son, entre otros, un menor número de complicaciones asociadas al parto en las gestantes fumadoras, caso del bajo peso al nacer; una reducción de los costes de la atención sanitaria; y una menor pérdida de la productividad relacionada con las enfermedades causadas por el tabaquismo”.

Es más, la implantación de todas las medidas MPOWER conllevaría la evitación de un número mucho mayor de fallecimientos prematuros relacionadas con el tabaquismo. Y es que como recuerda el doctor Douglas Bettcher, director del Departamento de Enfermedades No Transmisibles de la OMS, “el consumo de tabaco es la principal causa evitable de muerte en el mundo, con seis millones de muertes anuales atribuibles en la actualidad; además, y de mantenerse la tendencia actual, la cifra de muertes crecerá hasta los ocho millones para 2030, aunque adoptando las medidas adecuadas la epidemia del tabaquismo puede ser totalmente erradicada”.