Las medidas adoptadas por los gobiernos de distintos países europeos, España entre ellos, para hacer evitar o ralentizar la expansión del coronavirus COVID-19 podrían haber evitado ya la muerte de 120.000 personas. Así lo muestran los datos de un estudio desarrollado por investigadores del Imperial College de Londres (Reino Unido), el decimotercero llevado a cabo por la institución desde el inicio de la pandemia.
Como destaca el profesor Axel Gandy, coautor de la investigación, “nuestros resultados sugieren que intervenciones como el distanciamiento social o el confinamiento ya han salvado un número muy importante de vidas y continuarán salvando vidas. El impacto de esta pandemia es extremo, pero habría sido mucho peor sin estas intervenciones. Mantener las medidas es crucial para controlar la pandemia”.
Sin precedentes
Numerosos países europeos han adoptado medidas sin precedentes para mitigar el impacto del COVID-19, incluido el aislamiento de los casos confirmados o sospechosos, el cierre de colegios y universidades, la prohibición de reuniones masivas y, en último término, el aislamiento social a gran escala y el confinamiento domiciliario.
Unas medidas cuyo objetivo principal es prevenir un aumento descontrolado en el número de contagios que acabe sobrepasando la capacidad de los sistemas sanitarios. Y de acuerdo con este nuevo estudio para analizar el impacto de estas intervenciones en 11 países europeos –Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Italia, Noruega, Suecia, Suiza y Reino Unido–, el resultado es ciertamente positivo, llegando a evitar, a fecha de 31 de marzo, entre 21.000 y 120.000 decesos.
Empiezan a funcionar
En palabras del doctor Samir Bhatt, coautor del estudio, “por supuesto, son tiempos difíciles para Europa, pero los gobiernos han dado pasos significativos para asegurar que los sistemas sanitarios no se vean desbordados. Y ahora tenemos evidencias de que las medidas han empezado a funcionar y han aplanado la curva. Sin embargo, es demasiado pronto para saber si hemos llegado a controlar completamente la epidemia”.
En este contexto, el estudio muestra que, a fecha de 28 de marzo, la cifra de personas que se habían contagiado con el coronavirus en los 11 países referidos oscilaba entre los 7 y los 43 millones, esto es, entre un 1,88% y un 11,43% de la población. Además, el listado de países con mayor porcentaje de población infectada estaba encabezado por España, seguida de Italia, y cerrado por Alemania y Noruega.
Como concluye el doctor Seth Flaxman, director de la investigación, “si bien es cierto que la tasa de mortalidad sigue creciendo, hemos visto suficientes señales en nuestros datos para concluir que las intervenciones drásticas y sostenidas adoptadas por los gobiernos europeos ya han salvado vidas al reducir cada día la cifra de nuevos infectados. Sin embargo, y dado que estas medidas se han aplicado muy recientemente en algunos países y hay una demora entre las infecciones y las muertes, todavía deberemos esperar un tiempo –días o semanas– para que los efectos se vean reflejados en el número diario de decesos”.
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