La hospitalización a domicilio (HaD), práctica asistencial por la que los cuidados y tratamientos propios de los hospitales se realizan en el domicilio, proporcionan más intimidad y resultan no sólo más cómodos para el paciente, sino también más seguros. Así lo han puesto de manifiesto los participantes en la jornada ‘Hospitalización a domicilio. Un modelo eficiente de gestión del paciente hospitalario’ organizada por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) y la compañía farmacéutica MSD.
El Dr. Manuel Mirón, de la Unidad de Hospitalización a Domicilio del Hospital Universitario de Torrejón (Madrid),considera que «si bien la hospitalización es un recurso necesario para el tratamiento de ciertas dolencias, el hospital también puede ser un entorno hostil. Y no solo por la posibilidad de contraer infecciones o de sufrir complicaciones, sino también porque el paciente y sus familiares se sienten desprotegidos ante tanta tecnificación».
En consecuencia, “una de las señas de identidad de los centros hospitalarios debería ser que los enfermos permaneciesen en el hospital el menor tiempo posible para garantizar una atención eficaz y segura y, cuando sea necesario, prolongar la atención tras el alta o incluso, evitar el ingreso hospitalario a través de unidades de HaD”, ha defendido el doctor Mirón.Pacientes más seguros y satisfechos
Concretamente, la HaD consiste en proporcionar en el domicilio del paciente los cuidados –esto es, las actividades tanto asistenciales y sanitarias como sociales– que puede recibir ingresado en el hospital. Además, todos los pacientes son susceptibles de HaD, un tipo de asistencia y cuidado que no depende de la edad, sino del padecimiento de un cuadro agudo del que se espera su resolución a medio plazo.
Ccomo apunta el doctor Mirón, “la HaD utiliza recursos materiales, humanos y organizativos propios de la actividad hospitalaria que garantizan unos cuidados equiparables en intensidad y complejidad a los que se prestan en el hospital. Este tipo de organización favorece el proceso de curación o mejoría, disminuye el riesgo de yatrogenia, evita el ‘hospitalismo’, proporciona al paciente un mayor grado de comodidad e intimidad, la asistencia es más personalizada y se facilita la educación sanitaria y el autocuidado”.
De hecho, los programas de HaD han mostrado elevados índices de eficacia, seguridad y satisfacción –las valoraciones en las encuestas superan los 9 puntos sobre 10– por los pacientes. Y solo un 10% de los usuarios tuvo que regresar al hospital como consecuencia de la mala evolución de su enfermedad. Tal es así que la mayoría de pacientes afirma que solicitaría de nuevo el servicio de HaD en caso de necesidad.