Ocho de cada 10 médicos españoles consideran que la prescripción por principio activo (PPA), es decir, por el nombre de la molécula que confiere las propiedades terapéuticas al fármaco, puede dar lugar a cambios reiterados en los medicamentos, lo que, a su vez, puede originar confusión en los pacientes, un peor seguimiento del tratamiento o duplicidades, en especial en los enfermos crónicos, aquellos que utilizan varios fármacos al mismo tiempo y personas de edad avanzada.
Por este motivo, más de la mitad de los médicos (53%) opina que la PPA puede afectar al resultado del tratamiento de sus pacientes. Así se desprende de una encuesta impulsada por la Fundación de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME), la entidad con mayor representación del colectivo profesional (integra a 37 sociedades médicas).
Amplia muestra
Un total de 800 médicos de toda España, tanto de atención primaria como de especializada, ha participado en este sondeo cuyo objetivo era conocer la opinión de los profesionales sobre las medidas de recorte de la prestación farmacéutica adoptadas por las distintas administraciones.
De acuerdo con los datos de la encuesta, el 78% de los profesionales no está de acuerdo con la adopción de programas de cambio masivo y automático de prescripción de marca a genérico o prescripción por principio activo. De este grupo, el 38,1% no considera aceptable que la administración sanitaria modifique la receta mientras que el 39,9% lo rechaza debido a sus posibles consecuencias negativas sobre el paciente.
En igualdad de condiciones
El Dr. Miguel Ángel Caracuel, vocal de la Junta Directiva de la FACME, recuerda que “no sólo son los médicos sino también los pacientes los que perciben diferencias en la efectividad de algunos medicamentos, aunque contengan el mismo principio activo, dosis y vía de administración». «El 75,9% de los profesionales encuestados reconoce que sus pacientes notan el cambio. En estos momentos es cierto que debemos ser parte activa en el control del gasto sanitario y favorecer un uso más eficiente de los recursos pero siempre debe prevalecer el bienestar del paciente”, añade Caracuel.
La existencia de diferencias en el acceso a los medicamentos es uno de los asuntos que más preocupa al colectivo profesional. En este sentido, el 72,5% de los médicos encuestados está a favor de que se instaure de forma efectiva un catálogo único de medicamentos en toda España. De esta forma se evitarían situaciones cuya existencia revela la encuesta: el 47,2% de los participantes asegura que en su comunidad autónoma tiene dificultades para realizar algunas prescripciones y el 18,1% afirma que no puede prescribir todos los fármacos del catálogo nacional.
A favor de la equidad
De hecho, 3 de cada 4 profesionales se manifiestan en contra de que en su comunidad se establezca un catálogo de prescripción propio restrictivo frente al nacional ya que, en su opinión, supondría una limitación a su libertad de prescripción. Los médicos sí están, por el contrario, de acuerdo en que se establezcan programas de ayuda diagnóstica que orienten sobre las diferentes opciones terapéuticas disponibles y alerten de interacciones o duplicidades.
Como destaca el presidente de la FACME, Dr. José Manuel Bajo-Arenas, “estamos siendo testigos de la introducción de cambios en el sistema sanitario con medidas como el catálogo de medicamentos, las políticas de prescripción por principio activo, la adjudicación por concurso público y la exclusión de ciertas denominaciones en la receta electrónica. Estas medidas se han adoptado, en general, sin contar con el consenso de los médicos y algunas plantean al colectivo profesional dudas acerca de su equidad y de si están afectando o pueden llegar a afectar a la asistencia sanitaria y a la salud de la población”. Estos son los motivos que han impulsado a la FACME a realizar un sondeo para conocer qué opinan realmente los médicos sobre el impacto de estas políticas.
La encuesta, realizada por Sigma Dos, ha contado con una muestra representativa nacional del colectivo médico: 800 profesionales de todas las comunidades. El error estadístico es de +-3,5%, para un nivel de confianza del 95,5%.