La Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME), la Organización Médica Colegial (OMC) y la Fundación Instituto para la Mejora de la Asistencia Sanitaria (Fundación IMAS) han presentado ‘Los Retos del Sistema Nacional de Salud en la Próxima Legislatura (2023-2027)’, un informe que ofrece una batería de 10 objetivos y 37 propuestas para la transformación del SNS, al que considera en crisis, para aumentar la salud, mejorar su calidad y hacerlo más equitativo y eficiente.
El SNS fue diseñado en la Ley General de Sanidad de 1986, cuando “la sociedad, la tecnología, las expectativas de los ciudadanos, etc., eran muy distintas a las actuales y ya no puede hacer frente a las demandas de profesionales y ciudadanos”, explica Javier Elola, director de la Fundación IMAS, que puntualiza que “no queremos un cambio de modelo sanitario, pues la universalidad y gratuidad de nuestro SNS son los bienes más preciados que tenemos como país. Buscamos un cambio de sistema, una organización sanitaria a la altura de las necesidades de la sociedad de hoy en día”.
En la misma línea, Tomás Cobo, presidente de la OMC, considera que el modelo sanitario español “es un modelo de éxito y base de la justicia social en nuestro país. Es el mejor regalo que España se ha hecho a sí misma en los últimos cien años, pero falla el sistema que lo sostiene. Hay que replantear este sistema con soluciones que deben de emanar de quienes hacen posible la sanidad: sus profesionales”.
El informe identifica como principales problemas del actual SNS su orientación a la enfermedad; una atención que debe ser optimizada en los pacientes crónicos complejos; la necesidad de mejorar aspectos clave como la salud mental y la bucodental; la falta de transparencia y eficiencia en la gestión; la politización; la falta de implicación activa de los pacientes y la desafección de los profesionales sanitarios.
Y para hacer frente a estos desafíos, el documento propone 37 medidas entre las que destacan la reorientación del SNS hacia la salud, el desarrollo de una atención integral que incorpore a los recursos sociales y los profesionales necesarios para una asistencia de calidad, la ampliación de la cartera de servicios, la dotación de una estructura de gobierno y gobernanza adecuados, la implicación activa de los pacientes y médicos en el proceso de toma de decisiones, y la mejora de la experiencia de los profesionales.
Quíntuple objetivo
Más concretamente, a través de estas propuestas se persigue un quíntuple objetivo: mejorar la salud de la población y la salud individual de los pacientes; mejorar la experiencia del paciente y del profesional; aumentar la equidad y la calidad del sistema, y aumentar su eficiencia.
En definitiva, el informe propone una visión integral y transformadora del SNS para lograr una atención centrada en la persona y orientada hacia la salud, con una organización y gestión transparente, eficiente y participativa. Y para ello es necesario el compromiso de todos los actores implicados, desde los profesionales sanitarios hasta los responsables políticos y los propios ciudadanos.
Javier García Alegría, presidente de la FACME, apunta que “España tiene que afrontar ahora el reto de reconstruir y reformar en profundidad el sistema para adaptarlo a las necesidades presentes y futuras de salud de la población. Se debe dar respuesta a los cambios sociales, económicos, científicos y tecnológicos de los últimos años”.
Como concluye Tomás Cobo, “es imprescindible un gran acuerdo común de país, un pacto de Estado que fortalezca la sanidad, promueva la equidad en todo el territorio y lo haga desde un enfoque preventivo y cuidando de sus profesionales”.
El informe cuenta con el aval de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) y del Foro de la Profesión Médica. Para consultarlo pincha aquí.