El mal control del tratamiento con anticoagulantes orales aumenta en un 2% la mortalidad de los pacientes, requiriéndose una análisis riguroso de sus causas que, en muchos casos, resultan evitables. Por ello, la Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados (FEASAN), miembro de Somos Pacientes, ha conformado un panel multidisciplinar de especialistas para, junto a los pacientes, evaluar la situación actual de la anticoagulación oral e identificar las acciones para su mejora. Una labor que se ha plasmado con las recomendaciones recogidas en el ‘Manifiesto para el buen control del paciente anticoagulado’.

Como explica la FEASAN, “somos conscientes de que es imposible obtener resultados excelentes, principalmente porque en este tratamiento existen muchos factores condicionantes. Sin embargo debemos actuar para mejorar las cifras que hoy por hoy evidencian los estudios. Esto pasa por mejorar el control de los pacientes con los anticoagulantes tradicionales, esto es, los inhibidores de la vitamina K (AVK), y corregir los errores observados en la anticoagulación con los anticoagulantes de acción directa (ACOD). En definitiva, aplicar las recomendaciones de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS)”.

En nuestro país conviven cerca de un millón de personas que toman anticoagulantes orales a diario, en su gran mayoría pacientes mayores de 65 años y polimedicados. Una cifra que aumenta cada año debido al envejecimiento y al aumento de los factores de riesgo vascular. En este contexto, y en aras de mejorar su control, el primer escollo que debe superarse es el incumplimiento terapéutico, requiriéndose para ello, tal y como recoge el Manifiesto, “garantizar la educación del paciente sobre su tratamiento y la relación con su enfermedad. El paciente necesita estar informado para cooperar en el cumplimiento de su propio tratamiento, y para ello los profesionales deben ofrecer información sencilla, ajustada a unos estándares básicos, que permitan activar al paciente en el control y cumplimiento de su tratamiento”.

De paciente a paciente

Asimismo, los expertos del panel advierten que las asociaciones de pacientes constituyen un “recurso claramente desaprovechado por el propio sistema asistencial, que debe integrarlas como un agente de colaboración”, pues “disponen de la experiencia necesaria en educación sanitaria”.

Como indica Rafael Martínez, presidente de la FEASAN, “no implicar al paciente origina consumo de más recursos sanitarios y más riesgos, como hemos observado en esta pandemia; riesgos evitables con una adecuada información, con el fomento del autocuidado para la máxima adherencia al tratamiento y con la participación de los pacientes. En este sentido, las asociaciones somos un recurso que el propio sistema debería aprovechar”.

Por su parte, y entre otras medidas, el Manifiesto reclama la mejora de la coordinación entre la atención primaria y la atención hospitalaria; la eliminación de las barreras burocráticas que, caso de los visados en algunas comunidades autónomas, dificultan el acceso de los pacientes a los ACOD; la introducción del autocontrol del tratamiento anticoagulante oral (TAO) en la cartera de servicios básicos del Sistema Nacional de Salud (SNS); y la formación de los profesionales sanitarios.

Como concluye la FEASAN, que ya ha remitido el Manifiesto al Ministerio de Sanidad y lo hará próximamente a las comunidades autónomas, “es urgente que tanto Sanidad como las comunidades revisen el sistema de seguimiento del tratamiento anticoagulante oral para evitar riesgos”.

Para leer el Manifiesto clica aquí.

– A día de hoy, 41 asociaciones de pacientes dedicadas a las enfermedades cardio y cerebrovasculares son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?