El 47% de los pacientes crónicos tiene dificultades con la tecnología a la hora de interactuar con el sistema sanitario, siendo este porcentaje muy superior en los mayores de 70 años (78%) que en los menores de 40 (17%). Así lo muestran los resultados del informe ‘Cronicidad y estrategias de E-Salud: la importancia del perfil digital’, elaborado por Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) con el apoyo de IQVIA para conocer el perfil digital de los pacientes y cómo interaccionan con el sistema.
Pedro Carrascal, director de la POP, recuerda que “si bien la implementación de estrategias de e-salud ha permitido mejorar la calidad de vida de los pacientes crónicos, brindándoles acceso a información y servicios médicos de manera más rápida y eficiente, para que estas estrategias sean efectivas es fundamental que estos posean las habilidades digitales que les permitan aprovechar las herramientas disponibles”.
Entre otros resultados, el informe, elaborado a partir de las entrevistas realizadas a 800 pacientes diagnosticados de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o asma, diabetes, riesgo trombótico y patologías derivadas de trasplantes, revela que el género, además de la edad, es el principal factor asociado al uso de la tecnología, siendo mayor la aversión de los varones por su empleo en todos y cada uno de los grupos de edad.
Asimismo, y mientras hasta un 74% de los pacientes mayores de 70 años piden cita a su médico presencialmente, los más jóvenes se sienten más ágiles al utilizar móviles e internet, mostrando una mayor capacidad para sacar provecho a las herramientas de e-salud. De hecho, destaca la POP, “solo un tercio de los pacientes menores de 40 años utilizan exclusivamente la vía presencial para solicitar cita previa con su médico”.
El entorno socioeconómico también condiciona el acceso a las herramientas de e-salud, presentando los perfiles más bajos mayores barreras en este acceso; y el consumo de medicamentos por habitante para las patologías seleccionadas disminuye a medida que aumenta el nivel socioeconómico, lo que probablemente se explica por los hábitos de vida más saludables en entornos con niveles socioeconómicos más elevados.
Por todo ello se hace necesario un esfuerzo para mejorar la alfabetización digital en los entornos con nivel socioeconómico bajo y realizar una implementación gradual, pasando por un modelo de asistencia sanitaria mixta, donde coexistan canales digitales y tradicionales. “Esto garantizará un acceso equitativo a la e-salud, y también empoderará a los pacientes promoviendo su participación activa en la gestión de su propia salud”, concluyen desde la POP.
Una conclusión similar a la alcanzada en el ‘Observatorio de la Atención al Paciente 2023’, estudio de la POP que profundiza en la situación y retos del proceso de digitalización del Sistema Nacional de Salud (SNS), con especial foco en su implantación en el abordaje de la cronicidad, y propone distintas estrategias para su mejora.
Para consultar el informe pincha aquí.