La crisis económica ha reducido la demanda de pruebas de laboratorio. Todo ello a pesar de que, como recuerda la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular (SEQC), si bien el 70% de las decisiones clínicas son influidas por los resultados de dichas pruebas, éstas representan menos del 2-3% del coste total hospitalario.

La razón por la que el número de pruebas solicitadas ha disminuido en los últimos meses –frente al incremento del 41,6% entre los años 1999 y 2008– se debe a la reducción de la actividad asistencial consecuente con la crisis.

Calidad frente a la crisis

Sin embargo, y en opinión de la SEQC, no hay motivo de preocupación para los pacientes. Lo explica la Dra. Inmaculada Caballé, vicepresidenta de la SEQC: «Intentamos conseguir que la crisis económica no afecte a la salud de los ciudadanos en lo que al laboratorio clínico se refiere. Pues si bien nos encontramos en un momento en el que se solicitan menos pruebas, el laboratorio presta servicio a la atención primaria y a los hospitales y está totalmente comprometido en ofrecer un elevado nivel de calidad en cualquier situación. Es por ello que los pacientes no perciben los cambios debido a la crisis económica».

La SEQC apuesta por preservar la calidad para garantizar la disminución de los costes del laboratorio. Y para ello, como recuerda la Dra. Caballé, «cada una de sus partes –preanalítica, analítica, y postanalítica– deben ser capaces de evitar errores y aportar el valor esperado al diagnóstico». En concreto, para mantener la calidad de la preanalítica, la Dra. Caballé recomienda que las pruebas del laboratorio clínico sean «médicamente apropiadas, no estén solicitadas en exceso ni en defecto y tengan un coste adecuado en relación a los beneficios».