Bajo el lema ‘Mi salud, mi derecho’, este viernes, 1 de diciembre, se celebra el Día Mundial del Sida, una efeméride impulsada desde el año 1988 por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) –y desde 2005 por la organización Campaña Mundial contra el Sida (WAC)– con el propósito de aunar los esfuerzos de la población mundial en la lucha contra el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), apoyar a las personas que han contraído la infección y recordar a aquellos que, desgraciadamente, perdieron la vida a causa de la misma.
Como explica Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA, “todas las personas, independientemente de la edad, el género, el lugar en el que viven o las personas a las que aman, tienen derecho a la salud. Sean cuales sean sus necesidades sanitarias, todos necesitan que los recursos sanitarios estén disponibles y sean accesibles, de buena calidad y sin discriminación”.
A finales del pasado 2016, año en el que fallecieron cerca de un millón de personas por enfermedades relacionadas con el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) –para un total de más de 35 millones de decesos desde el inicio de la pandemia–, convivían en el planeta en torno a 36,7 millones de personas con VIH. Además, y de acuerdo con los últimos datos comunicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), solo en 2016 se produjeron 1,8 millones de nuevas infecciones por el VIH a nivel global –hasta un 66% de las mismas en el África sub-sahariana.
La buena noticia es, como destaca la OMS, “que entre 2000 y 2016, el número de nuevas infecciones por el VIH se redujo en un 39% y las defunciones asociadas al virus disminuyeron en una tercera parte. Esto significa que se salvaron 13,1 millones de vidas gracias al tratamiento antirretrovíal (TAR) en ese periodo. Este logro fue fruto de enormes esfuerzos realizados en el marco de programas nacionales de lucha contra el VIH, con la ayuda de la sociedad civil y un conjunto de asociados para el desarrollo”.
‘Mi salud, mi derecho’
El lema escogido para la presente edición de la efeméride, ‘Mi salud, mi derecho’, a la sazón nombre la campaña puesta en marcha por ONUSIDA en el marco de este Día Mundial, incide en el derecho a la salud recogido en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966 y definido como el derecho de todos a disfrutar de una salud mental y física de acuerdo a unos estándares lo más altos posibles, incluido el acceso a la prevención y el tratamiento de sus enfermedades, la toma de decisiones sobre su propia salud, y el ser tratado con respeto y dignidad.
Así, como informa ONUSIDA, “la campaña nos recuerda que el derecho a la salud va más allá del acceso a servicios sanitarios de calidad y a medicamentos y que también depende de diversas garantías de gran importancia, como una vivienda y unos saneamientos adecuados, condiciones de trabajo saludables, un entorno limpio y acceso a la justicia. Es frecuente que cuando el derecho a la salud de una persona se ve comprometido no pueda prevenir con eficacia enfermedades y problemas de salud como el VIH ni acceder al tratamiento y la asistencia. Las personas a las que más se margina en la sociedad, como los trabajadores sexuales, las personas que se inyectan drogas, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las personas que están encarceladas y aquellas que migran, suelen ser las que más dificultades tienen para ejercer su derecho a la salud, y también son las más vulnerables al VIH”.
Como recuerda Michel Sidibé en su mensaje de este Día Mundial, “desde el comienzo, la respuesta al sida se construyó sobre la base del derecho fundamental a la salud y el bienestar. El derecho a la salud significa muchas cosas diferentes: que ninguna persona tenga mayor derecho a la salud que cualquier otra; que exista una infraestructura de servicios de atención sanitaria adecuada; que los servicios de atención sanitaria sean respetuosos y no discriminatorios, y que la atención sanitaria sea la adecuada en términos médicos y de buena calidad. Pero el derecho a la salud es más que eso: al satisfacerlo, los sueños de las personas y las promesas se pueden cumplir”.
En este contexto, continúa el director ejecutivo de ONUSIDA, “este año hemos visto acciones significativas en la consecución de los objetivos de tratamiento 90-90-90 con miras a acabar con la epidemia de sida en 2030. Cerca de 21 millones de personas que viven con el VIH se encuentran ahora en tratamiento y las nuevas infecciones por el VIH y las muertes relacionadas con el sida están disminuyendo en muchas partes del mundo. Sin embargo, no debemos darnos por satisfechos. En Europa oriental y Asia central, las nuevas infecciones por el VIH han aumentado 60% desde 2010 y las muertes relacionadas con el sida, un 27%. África occidental y central todavía permanecen en el olvido. Dos de cada tres personas no tienen acceso al tratamiento. No podemos tener un abordaje a dos velocidades para poner fin a la epidemia de sida”.
Así, concluye Michel Sidibé, “el mundo no alcanzará los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) –entre ellos el de poner fin a la epidemia de sida para 2030– si las personas no satisfacen su derecho a la salud. Y es que a pesar de todos los éxitos, aún no hemos acabado con la epidemia. Pero asegurarnos de que todas las personas de todas partes tengan acceso al derecho a la salud lo hace posible”.
Por todo ello, y de manera complementaria a la campaña de ONUSIDA, la OMS ha puesto en marcha la campaña ‘Cada persona cuenta’, en la que aboga por el acceso universal a servicios de atención sanitaria y a medicamentos seguros, eficaces, de calidad y asequibles, así como a medios diagnósticos y otros productos básicos para la salud, al mismo tiempo que se garantiza su protección frente a los riesgos financieros.
Por la implementación de la PrEP
En el caso específico de nuestro país, y de acuerdo con los datos del Ministerio de Sanidad, Políticas Sociales e Igualdad, el pasado 2016 se registraron 3.353 nuevos diagnósticos de VIH, la gran mayoría en varones (83,9%). Por tanto, la tasa de nuevos diagnósticos se estableció en 7,22 casos por 100.000 habitantes, si bien como reconoce Sanidad, “tras corregir el retraso en la notificación, se estima que la tasa para 2016 será de 8,60 por 100.000 habitantes cuando se haya completado la notificación de todos los diagnósticos realizados ese año”.
Asimismo, la vía principal de contagio fue la sexual –79,6% de los casos–, y la transmisión en hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres (HSH) constituyó la vía más frecuente con hasta un 53,1% de los nuevos diagnósticos. Por su parte, la edad promedio al diagnóstico se estableció en 36 años para ambos sexos.
En consecuencia, como alerta Ramón Espacio, presidente de la Coordinadora Estatal de VIH-Sida (CESIDA), “en España, donde el VIH es especialmente preocupante en la población de hombres que tienen sexo con hombres y mujeres trans, sigue sin estar disponible una importante estrategia preventiva como la PreP (Profilaxis pre Exposición), que consiste en tomar antirretrovirales antes de tener relaciones sexuales, a pesar de que la Comisión Europea autorizó su comercialización en Europa en agosto de 2016”.
La comunidad científica internacional y española han demostrado que esta herramienta preventiva es claramente efectiva. De hecho, los datos epidemiológicos de países donde se oferta la PrEP, ya avalada por ONUSIDA, han confirmado su eficacia para prevenir nuevas infecciones por el VIH.
Sin embargo, como denuncia Ramón Espacio, “el Ministerio de Sanidad está evitando dar una respuesta urgente al VIH, consensuada con todos los agentes de salud, lo que está obligando a muchas personas a acceder a este tratamiento sin pasar por la sanidad pública. Esto provoca que recurran a su compra a través de internet, sin posibilidad de seguimiento médico para su uso correcto y efectivo, lo que está evitando además que puedan acceder a seguimiento y detección de otras infecciones de transmisión sexual y ‘counselling’, tal y como se viene desarrollando en los sistemas sanitarios que tienen implantado su uso”.
Así, y además de reclamar un Pacto de Estado frente al VIH, el sida, el estigma y la discriminación para que España pueda conseguir estos objetivos marcados por ONUSIDA, la Coordinadora exige la implementación con urgencia de la PreP para frenar el VIH.
Como concluye Ramón Espacio, “no es admisible esperar más tiempo, tenemos una herramienta eficaz aprobada para evitar que en España se infecten por VIH 10 personas al día, pero su implementación sigue bloqueada institucionalmente”.
Movimiento asociativo
Con motivo de esta efeméride, las asociaciones de pacientes de nuestro país desarrollarán numerosas actividades para informar y concienciar a la población sobre el VIH/sida.
La Comisión Ciudadana Anti-sida de La Rioja (CCAS), miembro de Somos Pacientes, organiza a las 12:00 horas de este viernes un acto conmemorativo por en el Paseo del Espolón de Logroño, en el que María Martínez de Baldeón, consejera de Salud del Gobierno de La Rioja, procederá a la lectura del Manifiesto por este Día Mundial.
La Asociación para la Ayuda a Personas Afectadas por el VIH/Sida de Zaragoza (OMSIDA), miembro de Somos Pacientes, ha programado diversas actividades en Zaragoza para conmemorar este Día Mundial. Para consultar el programa de actividades, clica aquí.
La Federación Trabajando en Positivo, miembro de Somos Pacientes, ha puesto en marcha la segunda edición de la campaña ‘#YoTrabajoPositivo. No discrimino por VIH en el trabajo’, a través de la que pretende visibilizar que las personas con el VIH pueden desempeñar cualquier ocupación u oficio sin riesgo de infectar a otras personas. Para más información sobre la campaña, clica aquí.
La Coordinadora Estatal de VIH-Sida (CESIDA) organiza a las 11:00 horas de este viernes una concentración frente al Palacio de Cibeles en Madrid en la que dará lectura a un manifiesto y formará un gran lazo rojo con paraguas.
– A día de hoy, 31 asociaciones de pacientes dedicadas al VIH/sida son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?