Los enfermos renales que utilizan el tratamiento de hemodiálisis tres días por semana acaban sometidos a una rutina y a un estrés que es importante combatir, para ello los expertos recomiendan llevar una vida activa y, en la medida de lo posible, cambiar de aires y disfrutar de vacaciones al menos una vez al año.
La Fundación Renal (FRIAT), miembro de Somos Pacientes, gestiona cada año las vacaciones de unos 200 pacientes que habitualmente se dializan en sus centros, para que puedan hacerlo en otros ubicados en el lugar de destino de su ocio estival.
Un 73% de estos traslados se llevan a cabo en los meses de verano, entre junio y septiembre, o en Semana Santa, pero a lo largo de todo el año también la Fundación también lleva a cabo gestiones para algunos desplazamientos. El destino preferido de los pacientes es la costa andaluza (Alicante, Málaga, Cádiz y Almería), Santander y Asturias.
Además, sus centros también reciben a pacientes de otros lugares de España o extranjeros que vienen a pasar sus vacaciones. Este verano, en los meses de julio y agosto, los centros de hemodiálisis de Galicia y Castilla y León han acogido a más de 100 pacientes, especialmente el Centro «Os Carballos» de Vigo y, a continuación, los centros de «Los Olmos» de Segovia y «Los Pinos» de Medina del Campo.
Cuidar el acceso vascular
En verano los pacientes renales no necesitan unos cuidados especiales, no obstante, Ana Botella, una de las doctoras del Centro «Los Lauros» de Majadahonda (Madrid) les recomienda que «cuiden especialmente su acceso vascular, ya sea fístula arteriovenosa o catéter«.
«La fistula no requiere cuidados especiales durante el verano, los pacientes puede bañarse en piscinas y playas sin problema, pero para los catéteres sí precisan un atención particular, hay que cuidar mucho que no estén mojados ni sucios ya que en estos días con el calor, la arena de la playa y al ir menos protegidos por estar más expuestos tienen un mayor riesgo de infección», explica esta especialista.
La doctora también recomienda «tener cuidado con los golpes de calor y prestar especial atención a la tensión arterial, que puede sufrir cambios, y a la alimentación e ingesta de líquidos, ya que en estas fechas se suele cambiar de hábitos». Por ello, «aún en vacaciones, los pacientes renales deben ceñirse a las pautas de alimentación recomendadas por sus nefrólogos y en cuanto a los líquidos, no tomar bebidas excesivamente frías«.
Cómo se tramita el traslado
«Pero en general, con estas mínimas precauciones, y si sus condiciones se lo permiten, las vacaciones son muy recomendables. Las dificultades para cada uno son diferentes, los pacientes independientes no tienen ningún problema, los de más edad tienen un cierto reparo para cambiar de unidad (monitores de diálisis, personal, lugar… todo distinto), pero con el apoyo necesario tanto del personal sanitario como familiar cada vez son más los que se animan«, destaca la especialista.
Cuándo un paciente quiere irse de vacaciones o necesita viajar por trabajo o cualquier otro motivo, debe notificarlo en su centro de hemodiálisis, y es el personal del centro el que se encarga de realizar las gestiones con el centro de destino y la administración sanitaria correspondiente. Es importante programar las vacaciones con tiempo y realizar la solicitud lo antes posible para que se puedan realizar todos los trámites.
– A día de hoy, 19 asociaciones de pacientes dedicadas a la insuficiencia renal son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?