La pandemia ha tenido un impacto muy negativo sobre la atención sanitaria de los pacientes de lupus. De hecho, y en lo que respecta a los últimos tres meses, el 50% de los afectados ha experimentado un menor acceso a algún aspecto relacionado con la atención médica de su enfermedad, incluidas la reducción en el acceso a su especialista (36%), a las pruebas clínicas (29%), a los tratamientos de infusión (24%) o a los medicamentos (17%). Así lo muestran los resultados de la encuesta global llevada a cabo por la Federación Mundial de Lupus (WLF) con la participación de 6.100 pacientes de más de 85 países.

Como alerta Paul Howard, presidente de la Asociación Nacional de Lupus de Reino Unido (Lupus UK), los pacientes de todo el mundo “continúan encontrando importantes barreras por causa de la pandemia. Pero el acceso a la atención especializada y a los medicamentos es crucial. Y sin este acceso los pacientes pueden sufrir un empeoramiento e, incluso, requerir hospitalización”.

Entre otros resultados, la encuesta muestra que los pacientes que han visto reducido su acceso a la atención eran aquellos con mayor probabilidad de presentar una complicación asociada al lupus, caso de un brote o la necesidad de ingreso hospitalario. Y, asimismo, que el porcentaje de pacientes infectados por la COVID-19 a nivel global fue de un 10%, muy superior al observado en la población general.

El reto de las vacunas

Sin embargo, la vacunación frente a la COVID-19 sigue suponiendo un reto para el colectivo, hasta el punto de que hasta un 33% de los encuestados afirma no haber tenido acceso a las vacunas antes que la población general. Todo ello a pesar de que tienen un mayor riesgo de infecciones o un sistema inmune más debilitado como consecuencia de los tratamientos inmunosupresores.

Como concluye la doctora Karen H. Costenbader, directora del Programa de Lupus del Brigham and Women’s Hospital de Boston (Estados Unidos), “se recomienda encarecidamente que las personas con lupus reciban la vacuna de la COVID-19, pero hay consideraciones a tener en cuenta. Los pacientes deben discutir su plan de vacunación con sus médicos y evaluar cómo su tratamiento actual puede afectar a la respuesta de la vacuna y decidir el mejor momento. Es otro paso adicional que las personas con lupus deben tomar durante este momento difícil en el que todos nos esforzamos por ‘volver a la normalidad’ tanto como sea posible”.

Para consultar los resultados de la encuesta clica aquí.

– A día de hoy, 18 asociaciones de pacientes dedicadas al lupus son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?