La aprobación del dictamen de Sanidad y Salud Pública de la Comisión de Reconstrucción Social y Económica del Congreso de los Diputados ha despertado duras críticas entre los representantes del colectivo de pacientes. «Ha resultado un auténtico varapalo -afirma la presidenta de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), Carina Escobar-. Aunque el dictamen no tiene validez legal arroja una sombra de duda sobre nuestro trabajo en este momento de crisis sanitaria y social que tanto estamos sufriendo».
Con estas palabras, Escobar resume el estado de ánimo de los presidentes de las 27 organizaciones vinculadas a la POP, que han mantenido este viernes una reunión telemática: «Nos hemos sentido señalados, ignorados, sin voz, y se ha puesto en duda nuestra ética y transparencia. No lo vamos a permitir», han destacado estos portavoces en referencia a la propuesta 47.2 del citado documento recién aprobado, en la que la Comisión propone «tomar medidas para la financiación pública de la formación continuada de los profesionales sanitarios a cargo de las administraciones públicas, y para investigación independiente, divulgación/educación sanitaria y patrocinio de las actividades de las asociaciones de pacientes. Se prohibirá la financiación de estas actividades, directa o indirectamente, por la industria».
«Es un ataque directo a nuestra forma de trabajar, a nuestra propia supervivencia», se lamenta Carina Escobar. «Desde las asociaciones creemos que esta prohibición muestra un absoluto desconocimiento de nuestra realidad y creemos que pone en duda nuestro buen hacer».
En este sentido, todas las organizaciones pertenecientes a la Plataforma han solicitado una reunión urgente con el ministro de Sanidad, Salvador Illa: «Contar con una sola fuente de financiación es también segar la libertad de actuación de nuestras entidades o, en el peor de los casos, sentenciarlas directamente a su desaparición. Por eso hemos solicitado que sea el ministro quien escuche nuestra posición, quien conozca nuestro trabajo de primera mano con el objetivo de crear espacios de participación efectiva de los pacientes reales. Ojalá esta situación sirva para construir una sanidad centrada en la persona que no deje fuera a los pacientes crónicos ni a sus entidades», concluye la presidenta de la POP.