La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) reclama al Ministerio de Sanidad medidas concretas para el abordaje de la situación sanitaria, social, educativa y laboral de los pacientes crónicos y de sus familias en la actual situación de confinamiento por la pandemia del coronavirus y de cara al plan de desescalada que acaba de presentar el Gobierno.

Como explica Carina Escobar, presidenta de la POP, “las personas con enfermedades crónicas van a requerir de una revaluación de su situación, y que se pueda priorizar así las listas de espera, en un escenario que sabemos que va a ser complejo. Necesitamos urgentemente protocolos de seguridad diferenciados tanto en hospitales como en centros de salud, donde se garanticen zonas limpias para que puedan acudir los pacientes, y más información y comunicación que contribuya a la corresponsabilidad de los pacientes, y por supuesto medidas de protección que evite los contagios en pacientes ya vulnerables”.

La semanas de confinamiento han empeorado en muchos casos la salud de los pacientes con enfermedades crónicas. Por ello, la POP reclama dentro del plan de desescalada unos protocolos específicos en los ámbitos sanitario, educativo y laboral para que los colectivos más vulnerables, citados por el propio presidente del Gobierno durante la presentación de las fases que llevarán a la ‘nueva normalidad’, se encuentren realmente protegidos.

“Por ejemplo -se pregunta Escobar-, necesitamos saber con claridad cómo deben actuar los padres y cuidadores de niños con necesidades especiales de acceso a atención temprana o rehabilitación, pues aunque se autoriza la apertura a estas terapias, muchas de las familias acceden a ellas a través de los centros escolares”.

Asimismo, la Plataforma exige medidas de protección individual y test para los pacientes crónicos, para sus familias y sus cuidadores: “necesitamos una mayor protección sanitaria. Por eso pedimos que se nos tenga en cuenta específicamente en la estrategia de salud pública marcada”.

La POP también ha recordado a Sanidad la importancia de la protección de personas con enfermedades raras que aún no tienen diagnóstico, situación que de prolongarse en el tiempo aumentará la incertidumbre y el sufrimiento de los afectados, así como el riesgo de avance de su dolencia ante la demora en la administración de tratamientos.

Para Escobar, “es necesario trabajar para ofrecer una información clara sobre los cuidados de la salud que deben seguir los pacientes crónicos. También debemos aprovechar la experiencia multidisciplinar en los hospitales para reorganizar la atención de una manera eficaz y eficiente; y mantener los contactos telefónicos de seguimiento”.