Los cuidadores no remunerados de pacientes con problemas de salud mental dedican más horas semanales a la labor de cuidado –un promedio de 43 horas/semana– que a su actividad laboral. Un tiempo que, en caso de convivir con la personas a la que apoyan, asciende a una media de 65 horas semanales. Además, de todas las personas cuidadoras, el 41% tiene que compaginar esta labor con su desempeño profesional. Así lo muestran los resultados del ‘Informe sobre el valor de los cuidados’ elaborado por la Federación Europea de Asociaciones de Familiares de Personas con Enfermedad Mental (EUFAMI) y la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres (Reino Unido) a partir de los datos de la ‘Encuesta de EUFAMI sobre los cuidados’.
Como explica Confederación SALUD MENTAL España, miembro de Somos Pacientes, “respecto a qué dedican su tiempo las personas cuidadoras, el 43% de ellas han reducido sus horas de trabajo debido a las responsabilidades de cuidado, el 82% dejó atrás un promedio de 12 horas de ocio a la semana, y el 33% redujo su participación en actividades educativas. Además, la salud mental de las personas que cuidan es otro aspecto relevante, pues una cuarta parte de estas se identifican a sí mismas con un diagnóstico de depresión o ansiedad. Los problemas de salud musculoesqueléticos también fueron frecuentes, ya que el 23% informó tener artritis y el 26% dolor de espalda”.
Calidad de vida y soledad
Entre otros resultados, el informe muestra que los cuidados informales tienen un valor económico estimado de 61.026 euros anuales utilizando el enfoque de la ‘voluntad de pagar’, esto es, según los 23,62 euros/hora con los que los cuidadores valoran su labor. Un valor estimado que asciende a 74.907 euros anuales utilizando el enfoque de la ‘voluntad de aceptar’, es decir, tomando en consideración los 28,75 euros/hora que los cuidadores pagarán a otra persona por cada hora extra de cuidado. Sea como fuere, estos valores son significativamente mayores para los cuidadores que conviven con la persona a la que apoyan.
Asimismo, indica SALUD MENTAL España, “un dato preocupante que muestra este informe es que las personas cuidadoras se encuentran mucho más solas que la población general. La puntuación media de soledad, de 5,88, es significativamente mayor que las puntuaciones típicas de la población europea, que se sitúan entre 3 y 4”.
A ello se suma que la calidad de vida de las personas cuidadoras es un 40% más baja de la que sería si no estuviesen ejerciendo esta labor. Y cuando la persona a la que se cuida tiene múltiples problemas de salud mental, la calidad de vida del cuidador disminuye.
Recomendaciones
Ante esta situación, la EUFAMI recomienda a las personas responsables de las políticas públicas una mayor inversión en servicios de relevo y otros servicios de apoyo específicos para los cuidadores familiares; la puesta en marcha de medidas para aliviar los elevados niveles de soledad; y el desarrollo de investigaciones para identificar el valor económico y el impacto de los cuidados.
Por su parte, y por lo que respecta a los servicios de salud mental y de atención social, la Federación recomienda la implantación de servicios de apoyo adicionales, concentrándose en la calidad de vida y la soledad de las personas cuidadoras, así como una mayor integración de todas las partes interesadas, especialmente de las asociaciones de familiares.
Finalmente, EUFAMI recomienda realizar campañas de concienciación públicas para destacar la contribución de las personas cuidadoras a la sociedad, aumentar la conciencia del riesgo para la salud en general de quienes prestan este tipo de atención, y recopilar información periódica para contribuir al debate político y social.
– A día de hoy, 330 asociaciones de pacientes dedicadas a los trastornos mentales son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?