El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad está trabajando en un real decreto para establecer prioridades y unificar los criterios clínicos que las comunidades autónomas deben seguir para atender a los pacientes en lista de espera, tanto para la realización de pruebas diagnósticas como para intervenciones quirúrgicas.
Esta norma tratará de reducir el tiempo de espera actual para entrar en quirófano, que en diciembre de 2012 ha alcanzado su máximo histórico al llegar a los 100 días de media, 24 más que en junio del mismo año. El 16,5 por ciento de los retrasos superan los seis meses, el máximo legal establecido.
Notables diferencias
Aunque la ministra Ana Mato destacó en un acto en Palma de Mallorca que «todas las comunidades están haciendo esfuerzos importantes para mejorar las listas«, fuentes de su departamento reconocen que en la actualidad existen notables diferencias entre las CCAA a la hora de establecer prioridades en las listas de espera de los pacientes pendientes de cirugía y en algunas se incluyen en la misma lista diferentes procesos de desigual gravedad.
Por ello, con este real decreto se pretende unificar criterios para «priorizar las enfermedades o procesos que a la larga pueden ser más problemáticos» y, por tanto, deben atenderse antes.
El Ministerio está trabajando con las comunidades para la elaboración de esta norma, que una vez redactada se debatirá en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Consecuencia de los recortes
Según los últimos datos recopilados por Sanidad, a finales de 2012 había 571.395 pacientes en lista de espera para ser intervenidos, un 6,4 por ciento más que en junio del pasado año. En sólo un semestre, el plazo que los pacientes esperan para operarse ha pasado de 76 a 100 días, el mayor incremento registrado desde que Sanidad inició, en 2004, el recuento de este tipo de catos.
El incremento de pacientes que aguardan intervención es común a todas las especialidades quirúrgicas, excepto para cirugía torácica, y es consecuencia, según apuntan los especialistas, de la reducción de las partidas destinadas a salud y sanidad.
Además, en este último semestre se ha incrementado el tiempo de espera para la primera consulta con el médico especialista, que ha pasado de 53 a 59 días de demora media.