Este jueves, 1 de diciembre, Somos Pacientes centra su atención en la celebración del Día Mundial del Sida 2011. La pandemia de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), su agente causal, ha sido el acontecimiento médico más importante de las últimas tres décadas y puede ser considerada como uno de los mayores azotes infecciosos de la historia de la humanidad. Pero esta infección también representa el paradigma de cómo la investigación biomédica se puede enfrentar con éxito a un desafío, por grande que éste sea.

Tres decenios después de que se comunicaran sus primeros casos se puede afirmar que, gracias al esfuerzo de miles de médicos e investigadores y a la inversión de miles de millones de euros, el VIH es el mejor conocido de todos los virus y, lo que es más importante, contamos con medicamentos eficaces que, en combinación, han logrado cambiar radicalmente el otrora letal curso de la enfermedad.

Ingente esfuerzo

Fruto de todo este ingente esfuerzo investigador no sólo se ha conseguido que las personas infectadas por el VIH y que tienen acceso al tratamiento tengan en muchos casos un pronóstico de vida ilimitado, sino que también se ha logrado que la transmisión haya disminuido en algunos contextos hasta lograrse, por ejemplo, la desaparición virtual de la transmisión materno-infantil en los países donde el tratamiento es accesible.

Pero, pese a estos éxitos, el VIH se ha extendido por todo el mundo. Según estimaciones del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH y el Sida (ONUSIDA), a finales de 2010 aproximadamente 34 millones de personas vivían con el VIH, un 17% más que en 2001. Esto refleja el continuo crecimiento en las nuevas infecciones y, como dato positivo, una expansión significativa del acceso al tratamiento antirretrovírico que ha ayudado a reducir las muertes relacionadas con el sida, especialmente en los últimos años.

Datos esperanzadores

Así, el número de personas que mueren por causas relacionadas con el sida disminuyó a 1,8 millones en 2010, desde el nivel máximo de 2,2 millones alcanzado a mediados de los años 2000. Desde 1995 se han evitado un total de 2,5 millones de muertes en países de ingresos bajos y medianos debido al tratamiento antirretrovírico. Gran parte de ese éxito proviene de los últimos dos años, cuando se produjo una rápida ampliación del acceso al tratamiento; solo en 2010 se evitaron 700.000 muertes relacionadas con el sida.

Además, en 2010 hubo en el mundo un número aproximado de 2,7 millones de nuevas infecciones (390.000 en niños), un 15% menos que en 2001 y un 21% por debajo del número producido en el nivel máximo de la epidemia, en 1997.

Según las estimaciones de ONUSIDA, el 47% (6,6 millones) de los 14,2 millones de personas que se calcula que son susceptibles de ser tratadas en países de ingresos bajos y medios tuvieron acceso a la terapia antirretrovírica en 2010. Ello supone un aumento de 1,35 millones desde 2009. Este mayor acceso está teniendo un impacto significativo a la hora de reducir el número de nuevas infecciones.

El caso español

En cuanto a España, según los datos del Ministerio de Sanidad, en 2010 se notificaron en nuestro país 2.907 nuevos diagnósticos de infección por VIH, de los que el 82% correspondía a hombres. La mediana de edad de los nuevos infectados fue de 35 años. La transmisión en hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres (HSH) fue la más frecuente en nuestro país (46% de los casos de nuevas infecciones), seguida de la heterosexual (33%) y la que se produce entre usuarios de drogas inyectadas, UDI (6%).

Así pues, el 79% de los nuevos diagnósticos de VIH del año 2010 tienen su origen en la transmisión sexual. Entre las mujeres, la transmisión heterosexual supone la gran mayoría, con un 80% de los nuevos diagnósticos.

Detección precoz

En España, donde hay pocas muertes por sida, los médicos señalan una tarea pendiente: detectar la infección antes de que alcance una fase avanzada y sea mucho más difícil tratarla. Sin embargo, en 2010, el porcentaje de enfermedad avanzada (menos de 200 linfocitos CD4 al diagnóstico) fue muy elevado –28%– y el de diagnóstico tardío (menos de 350 linfocitos CD4 al diagnóstico) del 45%.

Según la categoría de transmisión, el diagnóstico tardío es mayoritario en los hombres heterosexuales (59%). Por el contrario, el colectivo de HSH es el que presenta un menor retraso diagnóstico (36%). El diagnóstico tardío aumenta de forma importante con la edad, pasando de un 21% en el grupo de 15 a 19 años a un 64% en los mayores de 49 años.

Enfermedad ya establecida

En cuanto a los casos de sida, según las notificaciones recibidas hasta el 30 de junio de 2011 en el Registro Nacional de Casos, se estima que en 2010 se diagnosticaron en España 1.162 casos.

Tras alcanzar su cénit a mediados de la década de los 90, el número de casos notificados de la enfermedad ha experimentado un progresivo declive desde 1997 (cuando se generalizaron los medicamentos antirretrovíricos de gran actividad), de forma que los notificados en 2010 suponen un descenso del 83% respecto a 1996. Desde el inicio de la epidemia, en nuestro país se han notificado un total de 80.827 casos.

Menos casos

Con respecto a 2009, en el año 2010 se evidenció un descenso del 16% en el número de casos entre los varones y un 18% entre las mujeres. Esta tendencia descendente se observa en las tres principales categorías de transmisión.

Los expertos consideran que para mantener esta tendencia decreciente, además de reforzar las medidas de prevención, es necesario potenciar las intervenciones destinadas a promover la prueba del VIH, el consejo y el diagnóstico precoz de la infección en personas que hayan tenido prácticas de riesgo.

La proporción de casos de sida en personas cuyo país de origen no es España ha ido subiendo progresivamente desde el año 1998 hasta alcanzar el 27% en 2010.

Las claves del VIH/sida en España

Las tasas de nuevos diagnósticos de VIH son similares a las de otros países de Europa occidental, aunque superiores a la media del conjunto de la Unión Europea.

El VIH se transmite mayoritariamente por vía sexual.

La transmisión entre HSH es ya la categoría mayoritaria, y su influencia crece año a año.

Las personas originarias de otros países suponen una parte relevante de los nuevos diagnósticos.

El diagnóstico tardío es muy importante y tan solo ha descendido entre los HSH.

Aunque ralentizada en los últimos años, continúa la tendencia descendente de los nuevos casos de sida iniciada tras la introducción de los tratamientos antiretrovirales de gran actividad en 1997.

 

El dato: Entre 1981 y 2008 (últimos datos disponibles) se produjeron en España un total de 52.147 fallecimientos por VIH/sida. El número de defunciones alcanzó su máximo en el año 1995, con 5.857 muertes. A partir de este año, los fallecimientos disminuyeron de forma muy importante hasta 1998 (descenso del 68%); desde 1999 el descenso ha sido más lento, en particular en los últimos años.

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