El impacto económico de la pandemia en las asociaciones dedicadas a los trastornos del espectro autista (TEA) supera los 6,2 millones de euros. Así lo muestran los resultados de un informe elaborado por la Confederación Autismo España.
El estudio ‘Impacto Económico de la Crisis de la COVID-19 en Autismo España y su Red de Entidades Miembro’, realizado entre los días 7 y 20 de mayo, cuantifica el gasto extraordinario que han afrontado las asociaciones durante el confinamiento, el que tendrán que afrontar hasta final de año con la vuelta a la actividad, y la pérdida estimada de ingresos.
Por todo ello, la organización solicita “a las autoridades estatales y autonómicas, y en particular a la Comisión de Reconstrucción Económica y Social, la disposición de fondos extraordinarios finalistas para hacer frente al impacto ocasionado por la crisis, así como la exigencia como país de dotar a los derechos sociales del rango de derechos fundamentales y de reconstruir el sistema de financiación del Tercer Sector mediante fórmulas estables, garantistas, finalistas y suficientes para asegurar que cumple su función esencial para nuestra sociedad”.
Extrema vulnerabilidad
Como alerta la Confederación, “estos datos dejan en una situación de extrema vulnerabilidad a entidades y familias de personas con autismo, pues peligra la sostenibilidad de muchos centros y servicios”.
Concretamente, el gasto extraordinario que han tenido que afrontar las 80 asociaciones participantes en el estudio durante el confinamiento –desde el 28 de febrero hasta el 10 de mayo– se eleva a 579.625,84 euros, siendo el gasto en personal –235.210,28 euros–, el sanitario –116.532,60 euros– y el de limpieza y desinfección –93.130,82 euros– los servicios de mayor cuantía.
Sin embargo, el gasto extraordinario previsto hasta final de año es aún superior. De hecho, las entidades calculan que ascenderá a 2.859.090,72 euros.
Este incremento responde a la puesta en marcha de centros y servicios que han tenido que parar su actividad durante el Estado de Alarma y que necesitan adaptaciones para poder reanudar su funcionamiento. De nuevo los montantes más elevados corresponden al coste del personal, gasto sanitario y limpieza y desinfección, pero los gastos se incrementan con las adaptaciones de los espacios que necesitan los centros de trabajo para cumplir con la normativa de prevención frente a la COVID-19, que supera los 358.000 euros; la adaptación del teletrabajo, que sobrepasa los 305.000 euros; y la adaptación del transporte, que asciende a 246.500 euros.
En resumen, el gasto total desde que comenzó la crisis sanitaria, y el que se prevé hasta final de año, será superior a los 3,4 millones de euros. Cifra a la que hay que sumar la disminución de ingresos, estimada en 2.770.802,00 euros, con la pérdida de financiación pública, privada y de las cuotas por los servicios no prestados.
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– A día de hoy, 14 asociaciones de pacientes dedicadas a los trastornos del espectro autista (TEA) son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?