La no adherencia a los tratamientos, esto es, no tomar los medicamentos prescritos los médicos o tomarlos de forma incorrecta, puede constituir un problema de salud pública con importantes repercusiones clínicas. Y en nuestro país, según alertado la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), hasta un tercio de los pacientes no recoge en las farmacias los medicamentos que le son recetados por sus facultativos.

El doctor José Luis Poveda, presidente de la SEFH, explica que “uno de cada dos pacientes no se va a tomar el medicamento como ha sido prescrito por el médico. Una falta de cumplimiento, además, que es más frecuente en los enfermos crónicos”.

Más común en pacientes crónicos

Las razones para la falta de adherencia son diversas y varían en función de la enfermedad. Es el caso, entre otras, de la complejidad del tratamiento, de los efectos adversos de la medicación, de la falta de información del paciente o de la edad avanzada del enfermo.

Así, “la constante es el paciente crónico, polimedicado y pluripatológico, y normalmente suele pasar más en situaciones en las que dejar de tomar el fármaco no hace que se modifique el curso de la enfermedad a corto plazo, lo que hace que el paciente no lo vea como una necesidad”, destaca el doctor Poveda, que entre otros grupos de pacientes incumplidores cita “aquellos con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), insuficiencia cardiaca o dislipemias, pero también los diabéticos insulinodependientes jóvenes, que suelen tener dificultades de adherencia”.

El doctor Poveda ha destacado que un estudio realizado en otros países avisa de que el copago farmacéutico no favorece la adherencia, y que de hecho aumenta los incumplimientos en un 11%.

Incremento del gasto sanitario

De acuerdo con la SEFH, el resultado del incumplimiento es una peor evolución de la enfermedad y un mayor gasto sanitario.

En el caso de nuestro país, “el gasto estimado por la no adherencia a los tratamientos farmacológicos sería de unos 11.250 millones de euros anuales. No adherencia que, además, es responsable de unas 18.400 muertes evitables”, alerta el doctor Poveda.

Por todo ello, la SEFH solicita a las autoridades sanitarias una reflexión y la implantación de programas específicos que permitan identificar a los grupos más susceptibles de renunciar a su medicación.

Y es que «si bien el problema de la no adherencia no puede solucionarse totalmente, los ahorros potenciales directos e indirectos superarían con creces a los derivados de muchas medidas impuestas de contención del gasto”, concluye el presidente de la Sociedad.