Bajo el lema ‘Una vida, un hígado’, hoy viernes, 28 de julio, se celebra el Día Mundial contra la Hepatitis, una efeméride instituida en 2008 por la Alianza Mundial contra la Hepatitis (WHA) y respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para informar y sensibilizar a la sociedad sobre las hepatitis virales –muy especialmente las hepatitis B y C– y sus enfermedades asociadas.

Como explica la WHA, “este es un día para que la comunidad global de la hepatitis nos unamos y hagamos oír nuestras voces. Un día para celebrar los progresos que hemos hecho y afrontar los retos actuales. Y una oportunidad para incrementar la concienciación y demandar un cambio político real que facilite la prevención, diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades”.

La hepatitis es una enfermedad inflamatoria que afecta al hígado y que viene provocada en la mayoría de los casos por infecciones virales, siendo otras posibles causas el abuso del alcohol, las toxinas ambientales y las enfermedades autoinmunes. Concretamente, las cinco cepas principales del virus de la hepatitis son las de los tipos A, B, C, D y E, que en su conjunto suman 350 millones de pacientes.

Los tipos B y C, de los que anualmente se registran en torno a tres millones de nuevas infecciones, son responsables cada año de la muerte de 1,1 millones de personas por cirrosis o cáncer de hígado, lo que convierte a las hepatitis virales en la segunda enfermedad infecciosa más letal tras la tuberculosis. Sin embargo, y de mantenerse la trayectoria actual, en 2040 las hepatitis víricas matarán anualmente a más personas que la malaria, la tuberculosis y el VIH/sida juntos.

De ahí la importancia de informar a la población sobre estas enfermedades. Pues, como explica la OMS a través de su campaña ‘Una vida, un hígado’, “solo se tiene una vida y solo se tiene un hígado, y la hepatitis puede destruir ambos. El hígado realiza en silencio más de 500 funciones vitales cada día para mantenerte con vida, pero la infección por hepatitis vírica también es silenciosa, y los síntomas solo aparecen cuando la enfermedad está avanzada”.

La buena noticia es que las hepatitis son prevenibles y tratables e, incluso, y en el caso de la hepatitis C, curable en hasta un 95% de los casos con los actuales medicamentos antivirales. Sin embargo, hasta un 80% de la población mundial con hepatitis carece de acceso a servicios para su prevención, diagnóstico y tratamiento.

Hepatitis y pandemia

De hecho, se estima que, aún a día de hoy, la mayoría de los 325 millones de pacientes con hepatitis B y/o C no tiene acceso a las pruebas diagnósticas y los tratamientos. Y a ello se suma, por una parte, que hasta un 90% de los afectados desconoce padecer la enfermedad y, por otra, que el progreso de la respuesta global frente a las hepatitis se ha visto frenado a consecuencia de la pandemia de la COVID-19.

El doctor Javier García-Samaniego, coordinador de la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE), explica que “somos el país con mayor población que mejor lo ha hecho en relación con todas las hepatitis virales y particularmente con la hepatitis C, pero ha sido imposible evitar el impacto negativo de la COVID-19, por lo que tenemos que recuperar la inercia que teníamos antes de la crisis sanitaria si queremos alcanzar el objetivo final de la eliminación de acuerdo con el reto lanzado por la OMS”.

Concretamente, el objetivo marcado por la Organización para 2030 es el de reducir en un 90% las nuevas infecciones por las hepatitis B y C; reducir en un 65% las muertes por cirrosis y cáncer de hígado; diagnosticar al menos el 90% de los casos de hepatitis B y C, y tratar al menos al 80% de las personas que reúnen los requisitos para ello.

En definitiva, como reza la campaña de la WHA por la efeméride, ‘La hepatitis no puede esperar’. Y como concluye Eva Pérez Bech, presidenta de la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (FNETH), con motivo de la puesta en marcha de la campaña ‘Tu salud en la maleta’ para, junto a Apoyo Positivo, la  Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) y la AEHVE, incidir en la importancia de no dar tregua a este problema de salud pública, tampoco en vacaciones, “el camino para la eliminación de las hepatitis pasa por un esfuerzo conjunto, y por informar y concienciar a los pacientes y a toda la sociedad sobre la importancia de la prevención”.

La fecha escogida para la efeméride, 28 de julio, conmemora el nacimiento en 1925 del doctor Baruch Samuel Blumberg, descubridor del virus de la hepatitis B, galardonado en 1976 con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina.

– A día de hoy, 4 asociaciones dedicadas a la hepatitis ya son miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?