Uno de cada cinco europeos fallece por enfermedades relacionadas con el medio ambiente, fundamentalmente por la inhalación de aire contaminado, por la exposición al ruido derivado del tráfico y por habitar en viviendas inadecuadas.

Concretamente, y como concluye el ‘Informe sobre Inequidades en Salud Medioambiental en Europa’, elaborado por el Centro para el Medio Ambiente y la Salud (ECEH) de la Oficina Regional Europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada europeo pierde en torno a 8,6 meses de esperanza de vida por respirar aire contaminado.

En el caso del ruido derivado del tráfico, la pérdida anual de años de vida saludable en la población europea se estima en torno al millón. Y finalmente, las viviendas inadecuadas generan cada año cerca de 100.000 fallecimientos en la región europea de la OMS.

En este contexto, como recuerda Zsuzsanna Jakab, directora para Europa de la OMS, “vivimos en un medio ambiente en constante cambio, que nos pide innovar en nuestro trabajo y adaptar nuestras estrategias”.

Diferencias económicas

Lógicamente, el riesgo de exposición a ambientes insalubres no es homogéneo en todo el continente. Tampoco dentro de un mismo país. Como muestra el Informe, la carga de enfermedades relacionadas con el entorno varía significativamente –entre un 14% y un 54%– en función de cada región europea. Y a nivel nacional, la exposición a riesgos ambientales es hasta cinco veces mayor en la población pobre que en la adinerada.

A modo de ejemplo, el documento resalta que cerca de 80 millones de personas de la Unión Europea viven en un relativo nivel de pobreza, con ingresos inferiores al 60% de la renta per cápita de su país. Muchas de estas personas están obligadas a vivir en casas húmedas, sin calor suficiente y con un equipamiento sanitario inadecuado.

Así, hasta siete millones de ciudadanos de la UE carecen de baño o ducha en casa. Además, unos 16 millones de personas que viven en una pobreza ‘relativa’ no pueden costear la calefacción de sus hogares en invierno.