El 25% de los niños españoles con edades entre los 3 y los 5 años padece exceso de peso. Concretamente, y según muestran los datos de un estudio sobre hábitos alimentarios desarrollado por la Fundación Thao, el 7,3% padece obesidad y el 16,2% sobrepeso. La razón obedece, fundamentalmente, al alarmante incremento del sedentarismo infantil.
Como explica Rafael Casas, director científico de la Fundación Thao, «la situación es muy alarmante dado que el sobrepeso a esta corta edad puede provocar graves problemas de salud y crecimiento, entre ellos deformaciones óseas y diabetes. Por tanto, debería constituir una prioridad en los programas sanitarios».
La situación en los niños de hasta 12 años de edad no es muy diferente. Tras analizar el peso y la talla de más de 38.000 niños españoles, los resultados muestran que el exceso de peso afecta ya a un 30% tanto de los niños como de las niñas –21,7% de sobrepeso y 8,3% de obesidad–. Unas cifras, en definitiva, muy similares a las que presentan Estados Unidos y México.
Sin embargo, según recuerda Henri García, presidente de la Fundación, «las administraciones están haciendo oídos sordos ante el aumento espectacular de la obesidad infantil, que si bien no es una enfermedad en sí misma, es una patología que deriva en muchas enfermedades graves; en España no hay prevención y urge un salto cuantitativo y cualitativo en este ámbito».
Sedentarismo
Entre otros aspectos, el estudio constata la relación directa entre la obesidad y el nivel socioeconómico de las familias, «que no pueden garantizar una ingesta equilibrada de frutas y verduras», advierte Santi Gómez, responsable de evaluación de Fundación Thao. El resultado es que el 25% de los niños de entre 8 y 13 años no ingiere fruta ni verdura a diario, cuando lo recomendable es tomar 5 piezas. Además, sólo un 65,9% de los niños desayunan de manera habitual.
Por lo que respecta a la actividad física, la mayoría de los niños evaluados lleva una vida sedentaria y pasa más de una hora frente a una pantalla –televisión, ordenador o videoconsola–, y el 13% más de dos horas. Una situación que, como apunta Santi Gómez, «debe combatirse de inmediato a través del fomento del ejercicio físico».
En este contexto, como recuerda el Dr. Gregorio Varela, presidente de la Fundación Española de la Nutrición, «sale mucho más barato poner un carril bici en una ciudad para que los niños se diviertan y hagan deporte que no montar una unidad especializada en enfermedades del corazón para adolescentes».