El Congreso de los Diputados ha sido el escenario de la presentación de la plataforma Ser Oído, una iniciativa impulsada por la Federación de Asociaciones de Implantados Cocleares de España (AICE), con el respaldo de GAES, cuyo objetivo es mejorar el acceso al implante coclear para personas mayores con pérdida auditiva profunda. La plataforma ha sido lanzada en el marco del Día Mundial de las Personas de Edad, en un evento que incluyó una mesa redonda moderada por la periodista Ana Blanco y que contó con la participación de expertos y pacientes.
La pérdida auditiva es un problema cada vez más común en la población española, y los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que más de 1.230.000 personas en España padecen algún tipo de hipoacusia. De estas, 200.000 sufren pérdida auditiva profunda, un problema que afecta especialmente a la población mayor de 65 años, incrementando el riesgo de aislamiento social y deterioro cognitivo.
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Un estudio reciente indica que por cada 10 decibelios (dB) de pérdida auditiva, el riesgo de aislamiento social se incrementa en un 52%. Este aislamiento también tiene un fuerte impacto en el desarrollo de demencia y otras afecciones cognitivas, lo que hace que la falta de acceso a tratamientos adecuados sea un problema grave de salud pública.
Mayor acceso
En este contexto, Ser Oído surge como una respuesta para promover el acceso a implantes cocleares, el único tratamiento terapéutico para la pérdida auditiva profunda. Sin embargo, el acceso es limitado, ya que se estima que solo el 57% de los adultos que son candidatos para este tratamiento lo reciben. A pesar de estar cubierto por el Sistema Nacional de Salud (SNS), la falta de concienciación, el estigma y las dificultades en la derivación de pacientes hacen que muchos se queden sin acceso al implante.
Durante el acto de presentación, Shelly Chadha, responsable de audición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), subrayó el impacto económico y social de la pérdida auditiva no tratada, destacando que acelera la demencia y conduce al aislamiento social, afectando negativamente la calidad de vida de los mayores. Chadha enfatizó la necesidad de un cambio en la mentalidad social y de la implementación de estrategias de salud pública, como el cribado auditivo universal a partir de los 55 años y un acceso más amplio a tecnologías y servicios de rehabilitación.
Una forma de exclusión
Por su parte, la presidenta de la Federación AICE, Inmaculada Soto, resaltó la urgencia de mejorar el acceso al implante coclear para las personas mayores, argumentando que como sociedad se ha normalizado que este grupo poblacional quede excluido de las conversaciones debido a su pérdida auditiva. «Es una situación que queremos cambiar», afirmó Soto, destacando que el acto en el Congreso es una declaración de intenciones para mejorar la calidad de vida de estas personas.
El evento de presentación de Ser Oído también contó con la participación de expertos como Carlos Cenjor, presidente del comité científico de GAES, quien destacó el papel clave de los profesionales sanitarios en la concienciación sobre el impacto de la pérdida auditiva en las personas mayores y la mejora de su calidad de vida. «Las actuales tecnologías nos permiten resolver el problema muy satisfactoriamente, tanto en el campo de las ayudas auditivas como en el de los implantes cocleares», señaló.
Base de datos nacional
Además, Serafín Sánchez, vicepresidente de la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL), subrayó la importancia de contar con una base de datos nacional de usuarios de implantes cocleares para identificar mejor las necesidades no cubiertas y optimizar el proceso de derivación de pacientes en el Sistema Nacional de Salud.
La plataforma Ser Oído busca, entre otros objetivos, sensibilizar tanto a los profesionales sanitarios como a la sociedad en general sobre la importancia de tratar la pérdida auditiva en las personas mayores. Asimismo, lucha contra el estigma que rodea a esta condición, fomenta la detección y el tratamiento precoz, e impulsa una financiación sostenible que garantice el acceso equitativo al tratamiento para todos los pacientes. Hasta la fecha, 79 entidades entre asociaciones de pacientes, profesionales y sociedades científicas han mostrado su apoyo a esta iniciativa, sumándose a las más de 2.500 firmas recogidas en el manifiesto de la plataforma.