400 euros, cuando el sobrecoste para las familias es de al menos 1.800 euros anuales por hijo

Ayudas insuficientes para los alumnos con discapacidad intelectual

Publicado el por Somos Pacientes

Plena Inclusión, miembro de Somos Pacientes, denuncia, con motivo del inicio del nuevo curso escolar, las dificultades económicas a las que se ven abocadas las familias ante la insuficiencia de las ayudas estatales a estudiantes con Necesidades Educativas Especiales (NEE).

A juicio de la Confederación, “la aspiración de la actual Ley de Educación, la LOMLOE, de avanzar hacia la generalización de la educación inclusiva en España está quedándose en papel mojado ante la falta de partidas públicas que contemplen las necesidades específicas que tiene el alumnado con NEE”.

De hecho, apunta su presidenta, Carmen Laucirica, “los colegios, en la mayoría del Estado, afrontan la educación del alumnado con NEE desde la falta de personal de apoyo en las aulas y con un profesorado sin formación específica”.

El número de estudiantes con NEE en el curso 2021-2022 fue, de acuerdo con los datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional, de 246.000. Y según las estimaciones, el sobrecoste medio que deben asumir las familias para pagar las terapias y apoyos específicos para el alumnado con discapacidad intelectual y del desarrollo –entre otros, alumnos con autismo, parálisis cerebral y síndrome de Down– o con más necesidades de apoyo asciende a 200 euros mensuales. O lo que es lo mismo, el gasto medio anual por hijo se eleva hasta los 1.800 euros.

El problema es que este sobrecoste es más de cuatro veces superior al de la ayuda para el apoyo escolar a familias con hijos con discapacidad aprobado el pasado mes de junio por el Gobierno: 400 euros. Además, debe tenerse en cuenta que no todas las familias reciben estas ayudas públicas para sobrellevar este gasto extra en su presupuesto familiar.

Iván Lledó, padre de cuatro hijos, de los cuales dos, alumnos de Educación Primaria en un colegio ordinario financiado con fondos públicos, presentan NEE y se ven abocados a acudir a terapias que no se ofrecen en el centro escolar, explica que “resulta frustrante que mis hijos no tengan en su colegio los apoyos que necesitan y que el profesorado esté desbordado por falta de presupuestos públicos para la enseñanza inclusiva”.

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