El tratamiento contra el cáncer puede ser una lotería condicionada por el código postal
Campaña del GEPAC contra las inequidades territoriales en la atención
El Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC), miembro de Somos Pacientes, ha puesto en marcha la campaña ‘La lotería del código postal‘, iniciativa que tiene por objetivo denunciar la desigualdad en el acceso a los tratamientos oncológicos en nuestro país y animar a los pacientes a consultar a sus oncólogos si el tratamiento que reciben es el más idóneo.
Como explica el GEPAC, «el lugar de residencia, y no las necesidades de los pacientes, están siendo claves a la hora de decidir a qué tratamientos pueden acceder. Una situación que, además, se está viendo agravada por la actual crisis y por los recortes a los que se ha visto sometido el Sistema Nacional de Salud«.Y en este contexto, como recuerda Begoña Barragán, presidenta del GEPAC, «deben ser los profesionales, nuestros oncólogos, y no los gestores sanitarios, los que decidan qué medicamentos son los más adecuados para cada uno de nosotros. El hecho de pertenecer a un centro hospitalario concreto no puede condicionar cuál es el tratamiento más eficaz».
La lotería del tratamiento
El artículo 12 de la Ley de Derechos del Paciente 41/2002 establece que “los pacientes y los usuarios del Sistema Nacional de Salud tendrán derecho a recibir información sobre los servicios y unidades asistenciales disponibles, su calidad y los requisitos de acceso a ellos”. Por ello, la campaña anima a los propios pacientes a que pregunten a sus oncólogos si están recibiendo el tratamiento más efectivo para ellos, qué otros hay disponibles y en qué centros se dispensa.
Como advierte Begoña Barragán, «se están poniendo trabas a los oncólogos para que no informen a sus pacientes sobre la disponibilidad de nuevos fármacos más innovadores, y por lo tanto, más caros. La situación es muy preocupante y es generalizada en todo el país. Los pacientes no saben que existen estos tratamientos porque no los informan. Son presiones que vienen desde las gerencias de los hospitales, que están haciendo todo tipo de reevaluaciones y endureciendo los requisitos de suministro de fármacos».
En definitiva, como incide el GEPAC, «el tratamiento contra el cáncer puede ser una lotería«. Por ello, la campaña contempla el reparto de un boleto ‘rasca y gana’ entre los pacientes oncológicos en el que el resultado siempre es: ‘Tu código postal puede estar condicionando tu tratamiento contra el cáncer‘. Un resultado que se acompaña con el mensaje ‘Vivas donde vivas, que el azar no interfiera en tu tratamiento’ en la parte posterior del boleto.
De hecho, como alerta su presidenta, «no sólo existe desigualdad entre comunidades autónomas, existe desigualdad entre centros hospitalarios de una misma ciudad. Son los gestores de estos hospitales los que deciden qué fármacos se dispensan en su centro, y por tanto, cuáles son los que pueden recetar los médicos de ese hospital. Y esas decisiones se toman en base a motivos económicos«.
Hasta 20 meses de demora
Entre los ejemplos de desigualdades en el acceso a los tratamientos, el GEPAC cita la selección de principios activos que están en la misma categoría y comparten alguna indicación terapéutica decretada en Andalucía. Y asimismo, los informes de posicionamiento terapéutico (IPTs), trámite que ralentiza la disponibilidad de los medicamentos para los pacientes oncológicos.
Como apunta el GEPAC, «desde que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprueba un tratamiento hasta que llega al hospital pueden pasar, dependiendo de la comunidad donde se resida, hasta 20 meses, y una vez más, dependiendo del centro hospitalario donde un paciente se trate».
Concretamente, Andalucía, Cataluña y Madrid son las comunidades que más trabas ponen a la hora de aprobar nuevos fármacos.
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