22 de julio, Día Mundial del Cerebro
CEAFA reclama una mayor prevención para mejorar la salud cerebral y evitar demencias
Con motivo del Día Mundial del Cerebro, que se celebra el 22 de julio, la Confederación Española de Alzheimer y otras Demencias (CEAFA) ha aprovechado para resaltar la importancia de proteger la salud cerebral como medida preventiva para evitar problemas cognitivos. Esta acción busca no sólo subrayar la relevancia del bienestar cerebral, sino también ofrecer diversas estrategias y herramientas que pueden ayudar a mantener y mejorar la salud del cerebro a lo largo de la vida.
La salud cerebral se refiere al estado óptimo de funcionamiento del cerebro, permitiendo una adecuada realización de funciones vitales como el procesamiento de información, la regulación emocional, la coordinación motora y el mantenimiento de la memoria y el aprendizaje. Un cerebro saludable es capaz de llevar a cabo procesos complejos de manera eficiente y flexible, adaptándose a cambios y desafíos.
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Sin embargo, según CEAFA, una mala salud cerebral puede llevar a problemas cognitivos, emocionales, trastornos del sueño y un mayor riesgo de enfermedades cerebrales como la demencia y los accidentes cerebrovasculares. Además, el impacto negativo no sólo afecta al individuo, sino también a sus familiares, sus relaciones interpersonales y a la calidad de vida general.
Herramientas de mejora
Una de las innovaciones surgidas en los últimos meses y avalada por CEAFA es la ‘skill’ de Alexa (la asistente virtual de Amazon) llamada Mi Memoria. Lanzada hace un año, esta herramienta tiene como objetivo ralentizar el deterioro cognitivo leve a moderado en personas con demencia o que han sufrido una enfermedad cerebrovascular. Utilizando comandos de voz, ayuda a estimular funciones cognitivas esenciales como el lenguaje, la memoria y el cálculo.
Además, la Confederación cuenta con una Guía de Salud Cerebral a disposición de cualquier persona que pueda fondear en internet. Entre las recomendaciones que incluye encontramos algunas como: llevar una alimentación equilibrada rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables; realizar ejercicio físico regular para mejorar la circulación sanguínea y el flujo de oxígeno al cerebro; y mantener una actividad mental constante a través del aprendizaje y la resolución de problemas.
Además, es fundamental dormir lo suficiente, manejar el estrés crónico mediante la meditación y la relajación, mantener relaciones sociales activas y evitar hábitos perjudiciales como el consumo excesivo de alcohol y tabaco. Todo ello puede reducir las posibilidades de desarrollar demencia, y mejorar tanto el estrés psicológico como los factores de riesgo vasculares y metabólicos. También mejora la salud cardiovascular, aumenta el flujo sanguíneo cerebral y estimula la producción de factores neurotróficos que promueven la salud neuronal.
Malos hábitos
La demencia es un término que engloba diversos trastornos que afectan la memoria, el pensamiento y el comportamiento. La mala salud cerebral puede incrementar el riesgo de desarrollar demencia, exacerbada por factores como la falta de sueño, la mala alimentación, el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo, la inactividad física y el estrés crónico.
Estos factores pueden alterar la estructura y función del cerebro, aumentar la inflamación y el estrés oxidativo, y reducir la producción de nuevas células cerebrales. La prevención primaria de la demencia se centra en abordar estos factores de riesgo modificables, 12 según Lancet Commission, que pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad. Estos abarcan aspectos como la salud física, el estilo de vida y la salud mental, y se calcula que hasta un 40% de los casos de demencia podrían prevenirse o retrasarse con medidas adecuadas.