Los cuentos desempeñan un papel crucial en la comprensión de enfermedades. A través de personajes y narrativas envolventes, los lectores pueden experimentar los desafíos, emociones y experiencias de quienes padecen diversas condiciones de salud. Esta aproximación narrativa no solo humaniza a las personas afectadas, sino que también fomenta la empatía y la comprensión en un público más amplio, facilitando la desestigmatización de las enfermedades y promoviendo una mayor conciencia social y emocional. Además, los cuentos pueden servir como herramientas educativas, proporcionando información esencial sobre síntomas, tratamientos y la importancia del apoyo comunitario, contribuyendo así a una sociedad más informada y compasiva.

Considerando estas cuestiones, la Fundación Freno al Ictus, Fundación Gmp y Coloria han presentado el proyecto “Un final para el DCA” con el cuento “El desafío de ardilla”. Se trata de un cuento sin final que ofrece a los menores herramientas para enfrentar situaciones desafiantes, como las que surgen en casos de enfermedades como el daño cerebral adquirido (DCA) o accidentes graves en el entorno familiar.

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El cuento utiliza la metáfora para proponer escenarios, de forma no invasiva, en los que cada menor conecte con sus recursos internos, creando los mensajes con los que se sienta más identificado. Además, incluye una guía didáctica para tutores y docentes, diseñada para profundizar en la temática y con propuestas para trabajar con los menores y su núcleo familiar. “El desafío de ardilla” también es un excelente recurso para terapeutas, educadores, coaches y psicólogos que trabajan con menores que están viviendo este tipo de situaciones. Lo más importante es que cada niño y niña del mundo puede escribir su final, aportando su propia perspectiva sobre su nueva realidad familiar.

El objetivo de este proyecto es proporcionar apoyo y recursos de gestión emocional a menores con familiares afectados por daño cerebral adquirido (DCA) y aumentar la sensibilización sobre esta condición en la sociedad. Todos los beneficios generados con la venta del libro se destinarán al cumplimiento de las misiones de las ONG Freno al Ictus y Coloria.

Ayudar a entender el daño cerebral adquirido a los más pequeños

Este cuento “ofrece a los niños una oportunidad única para desarrollar su imaginación y encontrar su propio final”, comenta la escritora infantil Susanna Isern, creadora de esta historia. Su trabajo como escritora se complementa con las ilustraciones de Pablo Zerda y con la voz de Cayetana Guillén-Cuervo en su versión animada.

Para Julio Agredano, presidente de la Fundación Freno al Ictus, el proyecto “Un final para el DCA» es un recurso maravilloso que hará entender a los más pequeños de la casa la nueva situación, les ayudará a gestionar mejor sus emociones, miedo, rabia, tristeza y les dará herramientas para superar junto a su familia esta nueva realidad. El objetivo de la Fundación Freno al ICTUS es que este proyecto llegue al mayor número de familias afectadas por un DCA posible y que les ayude a superar juntos la enfermedad y sus consecuencias y salir más fortalecidos como familia de esta situación no deseada.

Entender el daño cerebral adquirido

El DCA se está consolidando como una discapacidad emergente en España, según datos de la última Encuesta de Discapacidad, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Actualmente, en España conviven unas 435,400 personas afectadas por Daño Cerebral, lo que confirma un incremento en su incidencia.

Los ictus continúan siendo la principal causa de DCA, seguidos de los traumatismos craneoencefálicos. Se estima que aproximadamente una de cada cuatro personas experimentará un ictus a lo largo de su vida, lo que lo convierte en la principal causa de discapacidad adquirida en adultos y la segunda causa de mortalidad, siendo la principal entre las mujeres. Cada año, alrededor de 120,000 familias en España se ven afectadas por esta condición, con un alto porcentaje de muertes o discapacidades graves. Se destaca que el 84% de los casos de DCA son atribuibles a un ictus.