La Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas (AESPI), miembro de Somos Pacientes, ha puesto en marcha la campaña ‘Descubriendo el SPI’ para informar a la sociedad sobre este trastorno neurológico que afecta a aproximadamente un 3-10% de la población de nuestro país, si bien hasta el 90% de los afectados desconoce padecerlo.

Como explica la AESPI, “sabemos que el síndrome es un gran desconocido, tanto para la población como para algunos médicos y, en consecuencia, está mal diagnosticado y es tratado inadecuadamente o, simplemente, se sufre sin tratamiento. Porque sabemos lo difícil que es vivir con esta enfermedad o convivir con alguien que la padece queremos ayudarte”.

Videocampaña

La campaña, de un año de duración y puesta en marcha con el apoyo, entre otras entidades, de la Alianza Europea para el SPI (EARLS), gira en torno a un vídeo creado con la colaboración de Información Sin Fronteras y la supervisión de la Sociedad Española del Sueño (SES), el Instituto del Sueño (INSS) y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) en el que, con el aval social de la Sociedad Española de Neurología (SEN), se describen los principales signos y síntomas del trastorno.

Como explica Ana María Jiménez Velilla, presidenta de AESPI, “en nuestra Asociación somos conscientes del gran número de personas que padecen SPI y que, o bien no lo saben o no son correctamente diagnosticados y, por lo tanto, no llevan un tratamiento adecuado que en la mayoría de los casos agrava los síntomas restándoles calidad de vida”.

Cuestionario

Las personas que se sientan identificadas con los síntomas planteados por los protagonistas del vídeo –pacientes asociados a la AESPI– pueden acceder a través de este enlace a un breve cuestionario que podrán presentar a su médico de familia, quien valorará sus datos clínicos y su posible derivación a un neurólogo o a un especialista del sueño.

El SPI o enfermedad de Willis-Ekbom (EWE) se caracteriza por la necesidad irresistible de mover las piernas y por sensaciones desagradables en las extremidades inferiores, muy especialmente en los momentos de reposo, como hormigueo, picor o sensación de tensión, que algunos pacientes describen como dolorosas.

Sin embargo, no se trata de un problema que afecte únicamente a la calidad de vida de los afectados –también es una causa importante de insomnio y, en los casos más acusados, los pacientes no pueden conciliar el sueño más de tres horas seguidas. De hecho, los estudios han constatado que sus pacientes tienen un riesgo hasta 2,5 veces mayor de padecer hipertensión arterial e, igualmente, 2,5 veces superior de desarrollar una cardiopatía.