La nieve refleja el 80% de la radiación UV, más que el agua del mar o la arena de la playa
El sol invernal también es un factor de riesgo de melanoma
La exposición al sol durante el invierno también conlleva riesgo de desarrollar melanoma, tipo de cáncer de piel del que cada año se diagnostican cerca de 5.000 nuevos casos en nuestro país. Y es que dado que la exposición al sol no es exclusiva del verano, debe tenerse en cuenta que la radiación solar tiene un efecto acumulativo. Muy especialmente en el caso de la práctica de deportes de invierno, pues como recuerda Alberto Marco, presidente de la Asociación de Afectados por Melanoma y Cáncer de Piel (AaMElanoma), «la nieve refleja un 80% de la radiación ultravioleta, un porcentaje superior al del agua del mar y la arena de la playa».
Y es que a pesar de las advertencias de los expertos, la población sigue sin estar concienciada sobre la importancia que juega la prevención en el melanoma, razón por la que deben llevarse a cabo mayores esfuerzos para mejorar la información sobre este tipo de cáncer.
Como explica Marco, «si bien en verano aumentan las campañas de información y concienciación en torno al cáncer de piel, en invierno este cáncer desaparece pero, en absoluto, la aparición de nuevos casos es estacional. En este sentido, aún no hay la suficiente concienciación sobre el melanoma para que la población adopte pautas de prevención, ni en los meses de verano ni durante el resto del año, y tampoco existen los conocimientos necesarios para detectar los primeros signos a tiempo de poder frenar su crecimiento«.Incidencia creciente
Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 160.000 personas de todo el planeta padecen melanoma, cáncer que en solo 2012 fue responsable de la muerte de cerca de un millar de españoles.
Concretamente, la incidencia de melanoma en España crece a un ritmo de un 10% anual, para un total de 5-6 casos por cada 100.000 habitantes y año.
La población con mayor riesgo de sufrir un cáncer de piel es aquella con piel clara, una edad menor de 18 años o mayor de 65, que tiene más de 50 lunares, posee un historial familiar de cáncer de piel y, sobre todo, trabaja y practica deporte al aire libre.
Y en este contexto, cabe destacar que «cuanto más temprano sea el diagnóstico y antes se proceda a la intervención quirúrgica, más posibilidades habrá de evitar que las células cancerígenas adquieran la capacidad de diseminarse a otros órganos, produciendo así metástasis«, concluye Alberto Marco.
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