La Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid (FAMMA-Cocemfe Madrid) ha solicitado a la Administración una mayor inversión en medidas preventivas que, además de disminuir la prevalencia de «situaciones peligrosas y dramáticas relacionadas con la salud», posibiliten una reducción del dolor y la discapacidad durante la vejez, para así «ayudar a alcanzar un envejecimiento más activo».

En opinión de la organización, «se hace necesario llevar a cabo cambios en la manera de pensar, organizar y actuar de la Sanidad». Por ello, propone que las «modificaciones se orienten hacia la prevención como motor de numerosos beneficios sociales y económicos derivados de un ataque preventivo a cualquier tipo de enfermedad».

Invertir para ahorrar

Como recuerda la Federación, el artículo 43 de la Constitución especifica que el Estado es responsable del mantenimiento «del máximo nivel de salud posible de la población a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios». En consecuencia, y si bien, como apunta en un comunicado, «lo que más preocupa a la administración es el gasto en Sanidad», se puede ahorrar invirtiendo en políticas activas de prevención de la salud «que redunden en un posible ahorro gradual sin que afecte a la calidad de los servicios básicos de atención sanitaria».

Concretamente, «se puede ahorrar invirtiendo en educación de la salud como la mejor prevención para reducir las posibles patologías futuras y fortalecer el cuerpo con el fin de dotarlo de una alta capacidad de defensa ante los achaques de la salud».

Fortalecer la estructura

Es más, FAMMA-Cocemfe Madrid recuerda que el mantenimiento y prevención de la salud de los ciudadanos «fortalecería la estructura sanitaria del país, que debería protagonizar actuaciones de prevención de las enfermedades, lesiones y discapacidades mediante el trabajo coordinado entre los servicios sanitarios y los de bienestar social».

Y en este contexto, debe tenerse en cuenta que la alimentación y la actividad física, así como «la exposición a riesgos para la salud, resultarán determinantes a la hora de envejecer«, concluye la Federación.

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