Es uno de los colectivos con mayor riesgo de fracaso escolar
Inclusión educativa en el TEA: mucho por hacer
El número de alumnos con trastornos del espectro autista (TEA) se ha duplicado en la última década en España hasta más de 60.000, el 80% en educación ordinaria. Un alumnado que se siente feliz por poder ir a la escuela. Todo ello a pesar de que, como muestran los resultados de un estudio llevado a cabo por la Confederación Autismo España con la participación de más de 1.100 alumnos, sus familias y sus profesores, su inclusión está lejos de ser una realidad: “Aunque los chicos y chicas con TEA tienen, por lo general, una percepción positiva sobre su participación en las actividades del contexto educativo, caso por ejemplo de las fiestas, excursiones o trabajos en grupo, sus familias y docentes no comparten esta visión tan optimista”.
Entre otros resultados, el estudio Situación del Alumnado con Trastorno del Espectro del Autismo en España. Curso 2020-2021, en el que se han recabado las opiniones de 229 alumnos con TEA –263 chicos y 36 chicas–, 442 familiares –88 hombres y 354 mujeres– y 471 docentes –55 hombres y 416 mujeres– de toda España, muestra que el 89% del alumnado considera que ir al colegio o al instituto le sirve para relacionarse con personas de su edad y el 74% para aprender sobre lo que les gusta.
Mayor riesgo de fracaso
Aún así, denuncia Autismo España, “siguen existiendo barreras en la accesibilidad de los espacios, los contenidos académicos o los métodos de enseñanza y de evaluación, los cuales provocan desigualdades con respecto al resto del alumnado”.
A ello se suman los ruidos en el centro o en el comedor o los numerosos cambios de planes en el colegio, aspectos que se encuentran entre las peor valoradas por los estudiantes y que ponen de manifiesto las carencias que, aún a día de hoy, existen en el sistema educativo para dar respuesta a sus necesidades.
El resultado es que el alumnado con TEA es uno de los colectivos más vulnerables al fracaso y el abandono escolar temprano. De hecho, los datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional sobre la distribución del alumnado en educación ordinaria durante el curso 2020-21 muestran que poco más del 3% estudió Bachillerato –frente al 8% del alumnado general–, y algo más del 4%, Formación Profesional –frente al 12% del resto del alumnado.
La razón para esta vulnerabilidad, según la opinión del 47% de los profesores consultados, es que el sistema ‘no está demasiado preparado’ para atender al alumnado con TEA debido a, básicamente, la escasez de centros que proporcionen diferentes modalidades educativas, la falta de adaptación de los espacios dentro y fuera del aula, y una normativa ‘poco operativa’ que se suma a la falta de coordinación entre consejerías y delegaciones provinciales de educación. Y a todo ello se aúna la falta de tiempo del que disponen para apoyar al alumnado con TEA. Por su parte, apunta la Confederación, “las familias echan en falta una educación del personal más continuada y la aplicación de estrategias basada en evidencias”.
Víctimas del ‘bullying’
Es más; si bien el 67-79% de estudiantes con TEA se sienten valorados en el aula, con compañeros que les ayudan en clase y amigos con los que disfrutar en compañía, la realidad es que el 43% pasa los recreos en soledad y solo un 14% reconoce quedar con sus compañeros fuera de la escuela.
Todo ello sin olvidar que el hecho de tener una discapacidad o ‘ser diferente’ llega a cuadruplicar el riesgo de ser objeto de un acoso escolar que no es fácilmente identificable por los niños, y especialmente las niñas, del colectivo. De hecho, el 12% del alumnado reconoce haber sufrido una situación de ‘bullying’ en alguna ocasión, si bien la mayoría no sabe identificar si sus compañeros les insultan o hablan mal de ellos. Además, un 26% de las alumnas no sabe si el resto del alumnado se mofa de su aspecto físico y un 22% desconoce identificar si les obligan a hacer cosas que no quieren.
En definitiva, concluye Autismo España, “es importante que se impulsen buenas prácticas frente al acoso, caso de programas de prevención y convivencia en los centros que contemplen tener estudiantes con TEA, y se adapten herramientas de autodetección del acoso escolar a las necesidades específicas del alumnado con autismo”.
– A día de hoy, 16 asociaciones dedicadas a los trastornos del espectro autista (TEA) son ya miembros activos de Somos Pacientes. ¿Y la tuya?