Bajo el lema #YoconlaLS, hoy martes, 14 de junio, se celebra el Día Nacional de las Lenguas de Signos Españolas, una efeméride adoptada en 2015 por el Consejo de Ministros en conmemoración de la constitución en 1936 de la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) y que tiene por objetivo promover la difusión de la lengua de signos española (LSE) y la catalana y la normalización de su uso.

Como explica la CNSE, esta fecha “sirve para recordar y honrar el trabajo, el esfuerzo y el tesón de quienes continuamos velando por nuestra lengua y reivindicándola como lengua de cultura, lengua de comunicación. Un idioma tan útil como cualquier otro para transmitir ideas, acceder al conocimiento, avanzar hacia la igualdad y construir ciudadanía”.

Esta edición de la efeméride se celebra también bajo el lema ‘Libres para elegir, libres para signar’, con el que la CNSE reclama que se garanticen los derechos lingüísticos de la infancia sorda y se le dote de entornos saludables, accesibles e inclusivos en los que pueda usar la lengua de signos sin que ello suponga aislamiento, discriminación ni acoso de ningún tipo.

Infancia sorda

Así, destaca la Confederación, “asegurar que las niñas y niños sordos crezcan y vivan de forma libre y plena es una prioridad. Consideramos una condición ‘sine qua non’ que se les dé la posibilidad de educarse en su lengua natural y ser partícipes de espacios agrupados, que no segregados, junto a iguales sordos y referentes adultos sordos que contribuyan a la construcción de una imagen positiva de sí mismos”.

Para ello se hace necesario que la infancia sorda cuente con una atención temprana y una educación integral de calidad que incluya la lengua de signos con objeto de prevenir la aparición de situaciones discapacitantes, caso del ‘Síndrome de Privación Lingüística’. Una cuestión ya recogida en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas, en la que se recomienda a los gobiernos que apoyen la prestación de servicios de lengua de signos a todas las niñas y los niños sordos y a sus familias.

No en vano, incide la CNSE, “las niñas y niños sordos tienen derecho a educarse en las mismas condiciones y con las mismas oportunidades que el resto para alcanzar su máximo desarrollo potencial, y llegar a ser lo que quieran ser”.

Asimismo, la Confederación también reclama que se garantice la presencia de la lengua de signos en cualquier política sanitaria. Y es que “las niñas y los niños sordos son mucho más que un oído que rehabilitar”, por lo que insta a médicos, logopedas y profesionales de la rehabilitación auditiva a colaborar con el profesorado sordo especialista en lengua de signos y con las entidades de su red asociativa con el objetivo de normalizar el aprendizaje y el uso de la lengua de signos entre la infancia sorda.

Como concluye la CNSE, “elegir la lengua de signos es una opción libre e individual que se contempla por Ley, y como tal, se debe garantizar”.

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