Casi la mitad de las personas que acuden a tratamiento por adicciones con sustancia inician sus consumos antes de los 18 años
UNAD, la Red de Atención a las Adicciones, ha presentado el informe ‘Perfil de las adicciones en 2023. La atención a las personas usuarias de la red UNAD’, que se ha elaborado con la colaboración de la consultoría Iniciativas CSE y gracias a la financiación de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. Se trata de la mayor recogida de datos que se realiza sobre el acceso a tratamiento de personas con adicciones a nivel estatal.
La muestra ha sido aportada por 119 entidades que pertenecen a la red y que atienden a 39.451 personas con adicciones con y sin sustancia. Este trabajo pretende radiografiar la situación de las personas con problemas de drogodependencias y otras adicciones, incidiendo en los factores sociales que, en ocasiones, marcan ese consumo problemático.
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La secretaria de la entidad, Encarnación Pámpanas Porras, ha sido la encargada de explicar los principales resultados de la investigación. En primer lugar, se ha detenido en el perfil de personas atendidas con adicciones con sustancia, para lo que se ha tenido en cuenta una muestra de 38.262 personas. De ellas, tan solo el 21% son mujeres.
Principales resultados del informe
El perfil de las mujeres atendidas en la red a una adicción con sustancia tiene una edad entre 34 y 41 años, cuenta con estudios primarios y está en situación de desempleo. Lo más habitual es que tenga hijos o hijas, presente algún problema de salud mental y resida en una vivienda propiedad suya o del familiar con quien convive. Las drogas principales que la llevan a solicitar tratamiento son, en primer lugar, el alcohol, seguida de la cocaína y el cannabis. En el 45% de los casos, las mujeres empezaron a consumir cuando eran menores de edad.
En cuanto a los hombres con adicciones con sustancia el perfil coincide con el de las mujeres, salvo que además de problemas de salud mental, también presentan problemas de salud físicos y no tienen hijos o hijas. Las drogas que más consumen ellos son la cocaína, la heroína y el alcohol, y lo hacen, en un 51% de los casos, desde que eran menores de edad.
Por su parte, los ansiolíticos y somníferos, con o sin prescripción, ocupan en el caso de las mujeres el 7% de los consumos, mientras que en los hombres representan solo el 3%.
Adicciones sin sustancia
ADICCIONES SIN SUSTANCIA
Además de las atenciones motivadas por las drogas, el estudio también recoge los casos de personas que piden ayuda por adicciones sin sustancia. Para ello se ha tenido en cuenta una muestra de 1.189 personas atendidas por 40 entidades de la red UNAD, de las que el 30% son mujeres.
El perfil de ellas está marcado en su mayoría por una edad que va desde los 26 a los 33 años, aunque el porcentaje de menores de edad atendidas en estos casos es de un 20%, por ello lo más habitual es que aún estén estudiando. El bingo es su principal adicción presencial, seguida de las tragaperras, mientras que en el aspecto online son los videojuegos los que motivan su atención.
En cuanto a los hombres la edad se mantiene en la franja de entre 26 y 33 años, aunque en un 18% de los casos son menores de edad. A diferencia de las mujeres, la mayoría trabajan. En este caso, son las máquinas tragaperras la principal adicción presencial, seguidas de las apuestas deportivas. Por su parte, en el ámbito online son también las apuestas deportivas la principal práctica adictiva.
Acabar con la normalización del consumo de alcohol para prevenir
Teniendo en cuenta las edades de inicio, que muestran que la adolescencia y la juventud son etapas donde hay una exposición a probar drogas o a desarrollar una adicción sin sustancia, Pámpanas ha manifestado que “está en nuestra mano romper con la normalización de que una persona de corta edad pueda consumir alcohol, fumar cannabis o probar otras sustancias más potentes y dañinas para su organismo, así como habituarse a prácticas de juego”. Así incidió en la importancia de la prevención y la sensibilización para generar “conciencia social”.
En este sentido, el estudio del Perfil recoge información de 67 entidades que trabajaron la prevención durante 2023, de tal forma que sus acciones alcanzaron más de 350.000 personas con una media de edad de 17 años.
Necesidades en el ámbito de las adicciones
Con todos estos datos sobre la mesa, el presidente de la organización, Luciano Poyato, ha defendido la necesidad de blindar los derechos de las personas con adicciones, reforzar la atención y aumentar los recursos específicos para que ninguna quede excluida, independientemente de su edad, género, identidad, nacionalidad, raza, origen o clase social. Asimismo, ha reivindicado que se aprueben los Presupuestos Generales del año 2025 para que puedan aumentar las partidas presupuestarias destinadas a las políticas de drogas y adicciones, así como potenciar el Plan Nacional sobre Drogas, para que las entidades puedan seguir trabajando.
Poyato ha reivindicado algunas demandas históricas de la red, que actualmente están en la agenda política, como el Anteproyecto de ley para la prevención del consumo y los efectos del alcohol en menores, el Anteproyecto de ley para proteger a menores en entornos digitales y La Ley de Seguridad Ciudadana.
Por último, ha reconocido los esfuerzos que se han realizado desde el Gobierno para proteger a las personas más vulnerables frente a los riesgos asociados al juego en los últimos años y ha confiado en que la solución al Real Decreto 958/2020 de comunicaciones comerciales de las actividades de juego, del que algunas disposiciones fueron anuladas por el Tribunal Supremo debido a un problema de rango normativo, llegue lo más pronto posible ya que es “fundamental” cerrar esos vacíos legales que permiten que ciertas prácticas comerciales vuelven a surgir.