El riesgo es hasta cuatro veces mayor en las menores con obesidad mórbida
La obesidad aumenta el riesgo de esclerosis múltiple en las adolescentes
La obesidad en niños y adolescentes, muy especialmente en la población femenina, podría asociarse con un incremento del riesgo de desarrollar esclerosis múltiple. Así lo muestra un estudio llevado a cabo por investigadores del Departamento de Investigación y Evaluación de Kaiser Permanente en Pasadena (Estados Unidos) y publicado en la revista Neurology, órgano oficial de la Academia Americana de Neurología (AAN).
En palabras de la doctora Annette Langer-Gould, directora de la investigación, «la incidencia de obesidad infantil se ha triplicado en Estados Unidos en las tres últimas décadas y, en nuestro estudio, el riesgo de esclerosis múltiple pediátrica fue mayor en la población adolescente con obesidad moderada o mórbida«.
Por ello, como indican los autores, «puede sugerirse que la epidemia de obesidad infantil conllevará a un incremento de la morbilidad de la esclerosis múltiple, muy especialmente en la población femenina adolescente«.Mayor tasa de sobrepeso
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores evaluaron el índice de masa corporal (IMC) de 75 niños y adolescentes recientemente diagnosticados de esclerosis múltiple pediátrica. Los datos fueron comparados con los de 913.907 menores sin la enfermedad registrados en el Estudio Infantil Kaiser Permanente del Sur de California.
Los resultados mostraron que el 50,6% de los pacientes con esclerosis múltiple tenían sobrepeso u obesidad, porcentaje que en el caso de los menores sin la enfermedad se estableció en un 36,6%.
Adolescentes en riesgo
Concretamente, y comparados frente a sus homónimas sin sobrepeso –IMC inferior a 25 kg/m2–, los resultados mostraron que, en el caso de las adolescentes con sobrepeso, el riesgo de desarrollar la enfermedad era 1,5 veces mayor. Riesgo que, además, fue 1,8 veces superior en las adolescentes con obesidad moderada, y hasta cuatro veces mayor en las adolescentes con obesidad mórbida.
Los resultados, por el contrario, no mostraron diferencias significativas en el caso de los niños y adolescentes varones.
Por todo ello, concluye Langer-Gould, «a pesar de que la esclerosis múltiple pediátrica sigue siendo poco frecuente, nuestro estudio sugiere que los padres o cuidadores de adolescentes obesos deben prestar atención a síntomas como hormigueo y entumecimiento o debilidad en las extremidades y llevarlos a revisión médica«.
– ¿Quieres consultar (en inglés) el estudio publicado en la revista ‘Neurology’?
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